TIEMPO
DE REFLEXIÓN
"En
aquellos días, como crecía el número de los discípulos, hubo murmuración de los
griegos contra los hebreos, que las viudas de aquellos eran desatendidas en la
distribución diaria.
Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos,
y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios para servir a
las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete hombres de buen
testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de
este trabajo. Nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la
Palabra."
Hechos
6. 1 – 3
Al
principio de la historia de la Iglesia habían estado procurando vivir de una
manera comunitaria, y realmente tuvieron buen éxito, pero sólo por un tiempo
breve. Luego las pasiones humanas entraron en la Iglesia. Vimos cómo Ananías y
Safira tergiversaron su situación financiera y mintieron. Ahora, encontramos
que hubo críticas de los griegos contra los hebreos.
Ahora,
debemos tener en cuenta que no se trató de un conflicto racial. Esta no fue una
demostración de antisemitismo. La palabra "griegos" aquí, significa
helenistas, es decir, los judíos de habla griega, formados en la cultura
griega. Por otra parte, los hebreos eran los que todavía seguían detalladamente
la ley mosaica, leyendo la Biblia en hebreo en las sinagogas. Pues bien,
ocurrió que se formó una disensión entre estos dos grupos.
Se
ha calculado que el número de miembros de la iglesia en aquel entonces pudo
haber llegado a los veinticinco mil.
El
alto nivel al cual el Espíritu había elevado a la Iglesia, fue interrumpido por
la intrusión de una división y confusión. El reparto equitativo de los bienes
materiales que primero caracterizó a la Iglesia, cedió ante el egoísmo de la
vieja naturaleza humana. Y los griegos, evidentemente un grupo minoritario, se
sentían desatendidos y pidieron que sus viudas recibieran igual consideración
que las hebreas. Y así sus quejas
llegaron hasta los oídos de los mismos apóstoles.
Los
apóstoles creían que no debían desistir de impartir la enseñanza de la Palabra
de Dios. Creían que era muy importante continuar en esa labor.
Ellos
debían pasar tiempo en la oración y en el estudio de la Palabra de Dios.
Ahora,
observemos los requisitos espirituales de estos siete hombres que, como
veremos, iban a asumir el cargo de la distribución diaria de los recursos
materiales. Es importante recordar estas cosas para el ejercicio de labores
similares en la iglesia de nuestro tiempo.
Debemos
decir que el cargo de diácono requiere espiritualidad, sabiduría y oración.
Estos hombres tenían que ser hombres de reconocido prestigio. Su conducta tenía
que ser intachable.
Debían
ser espirituales y capaces de realizar una aplicación de la verdad espiritual a
la vida práctica. Eso era de suma importancia. Es que el hecho de que asumieran
el cargo de la distribución diaria, podía inclinarles a tener una visión
desproporcionada de las cosas. Por tanto, era de la mayor importancia que los
diáconos fueran hombres que viesen estos asuntos desde un punto de vista
espiritual.
En
el cuerpo de Cristo, todos los miembros son importantes, aun aquellos que
parece que hacen tareas menores. Dios nos ve a todos iguales, lo importante es
nuestra actitud en el servicio.
Dios
les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario