miércoles, 24 de abril de 2019

Tiempo... Hechos 14. 13 - 19



TIEMPO DE REFLEXIÓN

"A Bernabé llamaban Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque éste era el que llevaba la palabra. El sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba frente a la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas, y juntamente con la muchedumbre quería ofrecer sacrificios."
Hechos 14. 12


"Entonces vinieron unos judíos de Antioquía y de Iconio que persuadieron a la multitud; apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto."
Hechos 14. 13 – 19.

Vemos que Pablo y Bernabé eran los portavoces principales. Y los habitantes de esta región quisieron hacerles dioses.
Que asombroso, esas gentes un día, estaban dispuestos a adorar a Pablo y a Bernabé como dioses, y al día siguiente apedrearon a Pablo.
Estos hombres apedrearon a Pablo y le arrastraron fuera de la ciudad creyendo que había muerto.
Todo esto nos demuestra que eran muy inestables y no habían creído, miraban a los hombres y no el mensaje que ellos traían.
Pero, ¿no nos recuerda esto algo? En todo el mundo pasa lo mismo hoy en día: veneran hoy a un deportista famoso o a una estrella de cine, y mañana a un político o un cantante famoso. Pero con el transcurso del tiempo, surgen otros personajes y los antes venerados van cayendo en el olvido. 
Y desgraciadamente pasa lo mismo con aquellos que predican la Palabra de Dios, ponen el énfasis en el hombre, en lo que hace y no en el mensaje.
Pero el mensaje de Pablo era verdadero, él no estaba predicando para su beneficio, y Dios lo respaldó. Aun cuando lo apedrearon, Dios lo levantó en forma milagrosa y lo guardó de esa turba. Pablo era un instrumento de Dios y había un largo camino por recorrer para que el mensaje de las buenas nuevas de Cristo sea proclamado.
Hoy nosotros debemos continuar ese camino de proclamación.
Dios les bendiga abundantemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario