martes, 23 de abril de 2019

Leyendo... Hechos capítulo 13



LECTURA DIARIA:
Hechos capítulo 13

La iglesia apartó a Pablo y Bernabé para la obra que Dios tenía para ellos.
Este fue el comienzo del primer viaje misionero del apóstol Pablo. La iglesia se involucró al enviar a Pablo y Bernabé, pero el plan era de Dios.

Visitaron poblaciones clave y centros culturales para alcanzar tanta gente como fuera posible.
Localizada en el Mediterráneo, la isla de Chipre, con una gran población judía, era el hogar de Bernabé. Su primera parada fue dentro de territorio familiar.
Un procónsul era un alto oficial romano. Su función aquí era gobernar la isla. Los gobernantes a menudo poseían adivinos privados. Barjesús se dio cuenta que si Sergio Paulo creía en Jesús, pronto se quedaría sin empleo.
Aquí es donde a Saulo se le llama por primera vez Pablo.
Cuando iban a una nueva ciudad para testificar de Cristo, Pablo y Bernabé asistían antes a la sinagoga. Los judíos que iban a la sinagoga creían en Dios y estudiaban con diligencia las Escrituras. Pablo y Bernabé casi siempre tenían la puerta abierta cuando iban por primera vez a una sinagoga. Pero en cuanto hablaban de Jesús como el Mesías, la puerta se cerraba.
El mensaje de Pablo a los judíos en Antioquía empieza con un énfasis en la alianza entre Dios e Israel. Comenzó con un punto en el que concordaban, para todos los judíos era motivo de orgullo ser el pueblo escogido de Dios. Luego Pablo pasó a explicar cómo el evangelio cumplió este pacto y algunos judíos encontraron este mensaje difícil de aceptar.
Pablo comenzó desde donde sus oyentes estaban y luego les presentó a Cristo.
Los líderes judíos presentaron argumentos teológicos en contra de Pablo y Bernabé, pero la Biblia nos dice que la verdadera razón para su denuncia fue "que se llenaron de celos". Pablo, como judío, amó a su pueblo y quiso darle toda oportunidad para que se le unieran en la proclamación de la salvación de Dios. Es lamentable, pero muchos judíos no reconocieron en Jesús al Mesías, ni entendieron que en El, Dios ofrecía la salvación a cada uno, judío o gentil, a quien venga a Él en fe.
A través de Israel vino Jesús, la luz de las naciones. Esta luz se esparciría y alumbraría a los gentiles. En lugar de aceptar la verdad, los líderes judíos echaron a Pablo y Bernabé del pueblo. A menudo los judíos sacudían el polvo de sus pies cuando salían de una aldea gentil. Esto simbolizaba limpiarse de la contaminación de los que no adoraban a Dios. Para Pablo y Bernabé, hacer lo mismo a los judíos demostraba que al rechazar el evangelio no eran en verdad parte de Israel y no eran mejor que los paganos.
Jesús dijo a sus discípulos que sacudieran el polvo de sus pies de cualquier pueblo que no los aceptara ni escuchara. Los discípulos no eran culpables si se rechazaba el mensaje, siempre y cuando fueran fieles en presentarlo.

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