LECTURA
DIARIA:
Hechos
capítulo 14
Dios
capacitó a estos hombres para hacer grandes milagros en confirmación de su
mensaje de gracia, pero la gente permaneció a distancia.
Iconio,
Listra y Derbe fueron tres ciudades que Pablo visitó al sur de la región de
Galacia. Tal vez Pablo escribió una carta a estas iglesias, la de los Gálatas,
porque muchos judíos cristianos decían que los gentiles cristianos no podían
ser salvos a menos que siguieran las leyes y costumbres judías. La carta de
Pablo refutó este argumento y llevó a los creyentes a la verdadera comprensión
de la fe en Jesús.
Zeus
y Hermes (también conocidos como Júpiter y Mercurio) eran dos dioses populares
en el mundo romano. Personas de Listra afirmaban que estos dioses visitaron su
ciudad una vez. De acuerdo a la leyenda, nadie con excepción de una pareja de
ancianos, les ofreció hospitalidad, de manera que Zeus y Hermes mataron al
resto de las personas y premiaron a la pareja de ancianos. Cuando los
ciudadanos de Listra vieron los milagros de Pablo y Bernabé, pensaron que los
dioses los visitaban. Tomando en cuenta lo sucedido antes, de inmediato
honraron a Pablo y Bernabé y les trajeron presentes.
En
respuesta a la gente de Listra, Pablo y Bernabé les recordó que Dios nunca
"se dejó a sí mismo sin testimonio". La lluvia y la cosecha, por
ejemplo, muestran su bondad. Más tarde Pablo escribió que esta señal en la
naturaleza deja al hombre sin excusa para su incredulidad.
Pocos
días después los de Listra pensaron que Pablo y Bernabé eran dioses y desearon
ofrecerle sacrificios; luego apedrearon a Pablo y lo abandonaron para que
muriera.
Pablo
y Bernabé persistieron en la predicación de las buenas nuevas. Consideraban que
el costo no era nada en comparación con la obediencia a Cristo. Acababan de
escapar de ser apedreados en Iconio. Sin embargo, los judíos de Antioquía e
Iconio seguían buscando la oportunidad para apedrear a Pablo. Lo siguieron
hasta Listra y lo hicieron. Pensaron que estaba muerto. Pablo se levantó y
volvió a la ciudad para predicar las buenas nuevas.
Pablo
y Bernabé volvieron a visitar a los creyentes en todas las ciudades en las que
poco antes los amenazaron y atacaron físicamente. Sabían los peligros que
enfrentaban, sin embargo creían que tenían la responsabilidad de animar a los
nuevos creyentes.
Parte
de la razón por la que Pablo y Bernabé arriesgaron sus vidas para volver a
estas ciudades fue para organizar el liderazgo de las iglesias.
Pablo
quizás escribió su carta a los Gálatas mientras se hallaba en Antioquía (48 ó
49 d.C.) después de finalizar su primer viaje misionero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario