martes, 31 de octubre de 2017

Un momento... SE BUSCAN MUJERES DISPUESTAS A APRENDER

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UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
SE BUSCAN MUJERES DISPUESTAS A APRENDER.

Ser una mujer dispuesta a aprender implica estar en una búsqueda continua, del Señor, de Su Palabra, de la sabiduría que otras imparten. 
Nuestra necesidad suprema es conocer a Cristo, el aprender de otras mujeres es solo un instrumento que Él provee a nuestra vida. Somos un cuerpo y nos necesitamos unas a otras.
Debemos buscar mujeres de DIOS con quienes identificarnos, de las cuales aprender. Contar con maestras, mentoras cercanas para aprender y obtener sabiduría de cada mujer que conocemos. Buscar ejemplos en personajes bíblicos, familiares, amigas, líderes de mujeres, maestras de la Palabra y leyendo biografías de mujeres de fe.
El pasaje de Tito 2 versículos 4 y 5 nos habla de eso: "Que las mayores enseñen a las menores..."
De toda mujer se aprende algo, algunas nos enseñan con su vida el camino a seguir y otras, cuáles sendas evitar.
Desconozco tu situación, quizá eres muy bendecida de tener a tu alrededor mujeres que te animen en tu caminar con Cristo, o quizás, aún no.
Sin importar cuáles sean tus circunstancias, debes ser intencional en aprender profundamente sobre DIOS en Su Palabra, ya que te convertirás en una “mujer mayor” que pudiera ayudar a otras en su propio caminar con Él.
¡Hay tanta riqueza por adquirir de cada mujer sabia que nos rodea!
Debemos cultivar cada día las cualidades que queremos tener en nuestra vejez, para ello necesitamos ser intencionales en el aprendizaje, en acercarnos a las mujeres que ya llevan un camino recorrido, de quienes podemos obtener sabiduría y enseñanzas que son tesoros muy valiosos.
Es muy importante enseñar y animar a más mujeres sobre la necesidad de más mujeres bíblicas, cristianas maduras, mujeres verdaderas.
¡Necesitamos estar dispuestas a aprender a convertirnos en una de ellas!
Necesitamos ser mujeres dispuestas a aprender en todo tiempo, a cualquier edad y en cualquier etapa de la vida, a fin de conocerle a Él: “No que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús”. (Filipenses 3.12 - 14).
Necesitamos rendirnos, disponernos y que Él haga Su obra a través de Su Espíritu Santo, de Su Palabra y a través de otros miembros del cuerpo.
Meditemos y respondamos estas preguntas con sinceridad:
¿Soy intencional en establecer relaciones con mujeres sabias?
¿Tengo la humildad suficiente para escuchar y recibir consejo de sabias mujeres mayores?
¿Estoy consciente de que tengo sólo una oportunidad de vida que DIOS me da para aprender sobre Él?
¿Anhelo ser una buena mayordoma de mi vida y de mi tiempo?
Necesitamos que el Señor nos capacite y nos provea de un espíritu humilde, de un corazón enseñable, para que estemos dispuestas a ser aprendices de por vida.
Dios les bendiga abundantemente.

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