martes, 10 de octubre de 2017

Leyendo... Salmo 19


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LECTURA DIARIA:
Salmo 19

En este salmo, la meditación de David lo llevó paso a paso desde la creación, a través de la Palabra de Dios, a través de sus propios pecados, hasta la salvación. 
Cuando Dios se revela por medio de la naturaleza (19.1-6), aprendemos sobre su gloria y nuestra condición finita. 
Cuando Dios se revela por medio de las Escrituras (19.7-11), aprendemos acerca de su santidad y de nuestra pecaminosidad. Cuando Dios se revela por medio de las experiencias diarias (19.12-14), aprendemos acerca de su perdón misericordioso y de nuestra salvación. 
Estamos rodeados de fantásticas demostraciones de la capacidad creativa de Dios. Los cielos son una evidencia de su existencia, poder, amor y cuidado. 
Decir que el universo surgió por casualidad es absurdo. Su diseño y sentido del orden son prueba de que un Creador intervino en forma personal. 
Cuando pensamos en la ley, muchas veces la asociamos con lo que nos impide divertirnos. Pero aquí vemos lo opuesto, leyes que convierten el alma, nos hacen sabios y alegran el corazón y alumbran los ojos, nos amonestan y nos galardonan. Esto es porque las leyes de Dios son guías y luces en nuestro camino, y no cadenas en nuestras manos y pies. Nos señalan el peligro y nos advierten, luego nos señalan el triunfo y nos guían. 
El perdón de Dios es total y completo, aun cuando se trate de pecados inconscientes. David pidió que Dios aprobara sus palabras y sus pensamientos como si fueran ofrendas presentadas en el altar.

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