UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
¿QUÉ SIGNIFICA SER MUJER?
Las fuerzas, la belleza, la autoestima, y la esencia de las mujeres provienen del Creador, cuya imagen reflejan; y esto es mucho antes de los debates de género que empezaron en el siglo veinte.
Su hacedor las definió cuando Él las formó de tal manera que dejó en cada mujer su huella. Él define a todas las mujeres cuando las crea intencionalmente para reflejar facetas particulares de su belleza.
¿Qué significa ser una mujer excelente hoy en día?
Es contar esa historia con fuerza y pasión, para magnificar la belleza de Cristo, y deleitarse en el gozo de DIOS cuando lo reflejan a través de su individualidad.
Satanás odia la belleza porque odia a quien ella refleja. Él hace todo lo posible por destruirla y abusarla y oprimirla, para que refleje al mundo quebrantado en lugar de a DIOS. Si no puede destruirla, se contenta con verlas pasar sus días luchando y escribiendo sobre ello.
Satanás está feliz de verlas discutir sobre la belleza de la mujer, siempre y cuando ello las distraiga de vivir todas las cosas por las que la mujer fue creada. Es posible estar tan paralizados por cada nueva “manera de hacer las cosas”, y tan divididos por los debates, que nunca lleguen a entregar realmente sus vidas a DIOS con el deseo de ser guiadas por Él a donde quiera que las lleve.
A menudo trabajan al revés, centrándose tanto en presentarse al mundo como portadoras de la imagen de sus ideologías elegidas, que olvidan a quién deben reflejar.
La gloria de DIOS debe desbordarse en cada aspecto de lo que hacen como mujeres, esto es lo que significa ser conformadas a la imagen de Cristo.
DIOS es la fuente de su belleza, nunca podríamos pintar un cuadro completo de lo que es una mujer sin ver en ese cuadro al Creador. El conocer la fuente de la belleza y excelencia debería darles propósito en las cosas pequeñas y humildad en las cosas grandes.
La verdadera belleza no es subjetiva, pues hay cosas que no son hermosas, pero es infinita, ya que hay infinitas maneras de reflejar verdaderamente al Artista.
Estas cosas hacen que se aparten del verdadero propósito por el cual fueron creadas y es dejar de buscar el reino de DIOS.
El cuerpo es un templo, no es un ídolo (1 de Corintios 6.19)
Una mujer que ama a DIOS, ante esta pregunta, lo definía así:
Es sentirnos entristecidas por el pecado, pero gozosas por el perdón de DIOS. Es dejar de lado las cosas insignificantes que nos preocupan y nos apartan de los deberes que tenemos.
Es no dejar que otros lideren cuando nos sentimos incapaces de llevar una tarea que tenemos por delante, porque en realidad el poder de DIOS se perfecciona en la debilidad (2 de Corintios 12.9).
Podría ser callar cuando tenemos ganas de gritar, o proclamar en voz alta cuando nos siento demasiado tímida incluso para susurrar. Podría ser servir a los demás cuando más deseo ser servida. Podría ser descansar cuando el servir atrae a la gente a mí en vez de a Cristo.
Ser mujer es realizar nuestro trabajo con excelencia.
Es mostrar que nuestra feminidad, belleza, y respuestas, son el fruto del Espíritu de DIOS dentro de nosotras, en lugar de enfocarnos en nosotras mismas.
Dios les bendiga abundantemente.
¿QUÉ SIGNIFICA SER MUJER?
Las fuerzas, la belleza, la autoestima, y la esencia de las mujeres provienen del Creador, cuya imagen reflejan; y esto es mucho antes de los debates de género que empezaron en el siglo veinte.
Su hacedor las definió cuando Él las formó de tal manera que dejó en cada mujer su huella. Él define a todas las mujeres cuando las crea intencionalmente para reflejar facetas particulares de su belleza.
¿Qué significa ser una mujer excelente hoy en día?
Es contar esa historia con fuerza y pasión, para magnificar la belleza de Cristo, y deleitarse en el gozo de DIOS cuando lo reflejan a través de su individualidad.
Satanás odia la belleza porque odia a quien ella refleja. Él hace todo lo posible por destruirla y abusarla y oprimirla, para que refleje al mundo quebrantado en lugar de a DIOS. Si no puede destruirla, se contenta con verlas pasar sus días luchando y escribiendo sobre ello.
Satanás está feliz de verlas discutir sobre la belleza de la mujer, siempre y cuando ello las distraiga de vivir todas las cosas por las que la mujer fue creada. Es posible estar tan paralizados por cada nueva “manera de hacer las cosas”, y tan divididos por los debates, que nunca lleguen a entregar realmente sus vidas a DIOS con el deseo de ser guiadas por Él a donde quiera que las lleve.
A menudo trabajan al revés, centrándose tanto en presentarse al mundo como portadoras de la imagen de sus ideologías elegidas, que olvidan a quién deben reflejar.
La gloria de DIOS debe desbordarse en cada aspecto de lo que hacen como mujeres, esto es lo que significa ser conformadas a la imagen de Cristo.
DIOS es la fuente de su belleza, nunca podríamos pintar un cuadro completo de lo que es una mujer sin ver en ese cuadro al Creador. El conocer la fuente de la belleza y excelencia debería darles propósito en las cosas pequeñas y humildad en las cosas grandes.
La verdadera belleza no es subjetiva, pues hay cosas que no son hermosas, pero es infinita, ya que hay infinitas maneras de reflejar verdaderamente al Artista.
Estas cosas hacen que se aparten del verdadero propósito por el cual fueron creadas y es dejar de buscar el reino de DIOS.
El cuerpo es un templo, no es un ídolo (1 de Corintios 6.19)
Una mujer que ama a DIOS, ante esta pregunta, lo definía así:
Es sentirnos entristecidas por el pecado, pero gozosas por el perdón de DIOS. Es dejar de lado las cosas insignificantes que nos preocupan y nos apartan de los deberes que tenemos.
Es no dejar que otros lideren cuando nos sentimos incapaces de llevar una tarea que tenemos por delante, porque en realidad el poder de DIOS se perfecciona en la debilidad (2 de Corintios 12.9).
Podría ser callar cuando tenemos ganas de gritar, o proclamar en voz alta cuando nos siento demasiado tímida incluso para susurrar. Podría ser servir a los demás cuando más deseo ser servida. Podría ser descansar cuando el servir atrae a la gente a mí en vez de a Cristo.
Ser mujer es realizar nuestro trabajo con excelencia.
Es mostrar que nuestra feminidad, belleza, y respuestas, son el fruto del Espíritu de DIOS dentro de nosotras, en lugar de enfocarnos en nosotras mismas.
Dios les bendiga abundantemente.
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