jueves, 19 de octubre de 2017

Leyendo... Salmo 28


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LECTURA DIARIA:
Salmo 28

David ora con fervor. Pide no ser contado con los impíos. Salvarse de ser enredado en las trampas que han puesto para él. 
Los que tienen el cuidado de no participar con los pecadores en sus pecados, tienen razón para esperar que no recibirán sus plagas. David habla de los justos juicios del Señor sobre los obradores de perversidad. Este no es lenguaje de pasión ni de venganza. Es una profecía de que ciertamente llegará el día en que Dios castigue a todo hombre que persista en sus malas obras. Los pecadores serán responsables no sólo por el mal que han hecho, sino por el mal que concibieron y por lo que hicieron para concretarlo. El desprecio por las obras del Señor es la causa del pecado de los pecadores, y llega a ser la causa de su ruina.
El corazón que verdaderamente cree, a su debido tiempo se regocijará en gran manera; tenemos que esperar gozo y paz al creer. Dios tendrá la acción de gracias por ello, así debemos expresar nuestra gratitud. El pueblo de Dios es su heredad, preciosa a sus ojos.

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