Aquí se repiten las leyes para las tres fiestas anuales; la de la pascua, la de Pentecostés, la de los tabernáculos; y la ley general acerca de la asistencia de la gente.
La ley de la remisión de deudas estaba relacionada con el año sabático el cual ordenaba que la tierra tenía que quedar sin ser cultivada por un año, en el séptimo año. La ley israelita demandaba que cada siete años debía haber una remisión de deudas en Israel.
Israel no podía participar de las prácticas supersticiosas de los cultos cananeos por causa de su relación con Dios. El autor de Deuteronomio usa dos expresiones para describir esta relación de Israel con Dios: hijos de Jehová y pueblo santo.
Por causa del pecado de Israel, Moisés rompió las dos tablas de la ley para indicar la violación del pacto. Después de la oración intercesora de Moisés por el pueblo y por Aarón, Jehová le mandó que subiera al monte para recibir una réplica de las dos tablas de la ley.
Este capitulo es una continuación de la exhortación de Moisés a Israel. Moisés había amonestado al pueblo a que no olvidara que Jehová iba a proveer en abundancia para las necesidades de Israel, pero el pueblo no podía olvidarse de que estas riquezas fueron bendiciones que el Señor les había dado. Ahora Moisés declara que la victoria contra las naciones que Israel encontraría en Canaán vendría de Dios y no del poder militar que Israel tenía.
El contenido de este capítulo es una exhortación a Israel para vivir una vida separada de los habitantes de la tierra. Moisés prepara el pueblo para su encuentro con los cananeos y su cultura urbana.
El contenido de este capítulo de Deuteronomio es similar a cuando Moisés una vez más resalta la importancia de la obediencia a las leyes de Dios. Esta repetición sirve para enfatizar la importancia de lo que Moisés se proponía enseñar a Israel.
Después de proclamar los poderosos hechos de Dios a favor de Israel, en una reseña histórica que resume los eventos desde la experiencia del pueblo con Dios en el monte Sinaí hasta la llegada de Israel a la tierra de Moab, Moisés exhorta al pueblo a obedecer las demandas del pacto.
Los israelitas enfrentaban un gran problema, el bien entrenado ejército de Og, rey de Basán. Los israelitas casi no tenían posibilidades, pero ganaron porque Dios peleó por ellos.
El pueblo de Israel estaba representado por los ancianos y los líderes de las tribus. Moisés habló a Israel al otro lado del Jordán, esta expresión significa el lado oriental del río Jordán. Escribió desde la perspectiva de uno que vivía en la tierra de Canaán, al lado occidental del río Jordán.
DEUTERONOMIO es una palabra de origen griego, que significa “segunda ley”. Tal designación expresa sólo en parte el contenido del quinto libro del Pentateuco, ya que este, más que un código de leyes en sentido estricto, es una larga y vibrante exhortación destinada a “recordar” a Israel el sentido y las exigencias de la Alianza.
Este capítulo trata de la porción de los levitas que habían de recibir 48 ciudades, de las cuales seis serían de refugio. Las ciudades levíticas, y las de refugio mencionadas, corresponden a las que aparecen en Josué.
La tierra fue dada por Dios como herencia; ninguna tribu debía reclamar su propia tierra. Los límites declarados por Dios eran más amplios que el área que en realidad ocuparon los hebreos.
El capítulo tiene dos partes, una revisión del itinerario seguido entre Egipto y los campos de Moab, y las palabras del Señor a Moisés instruyendo a los israelitas para que desalojaran la tierra de sus anteriores habitantes a fin de preservar el verdadero culto a Jehová.
Moisés le recordó al pueblo que las promesas hechas a Dios y a otros tenían que mantenerse. En los tiempos antiguos, la gente no firmaba contratos por escrito.
Dios estableció muchas fiestas en el calendario de Israel. La Fiesta de las Trompetas era una de las tres grandes fiestas que se celebraban en el séptimo mes, la Fiesta de los Tabernáculos y el Día de la Expiación eran las otras dos.
El gran reto al que Israel se tenía que enfrentar y el problema más peligroso para Moisés y Josué no era el ejército armado de Jericó, sino la tentación sutil de formar alianzas con las religiones y culturas paganas de los cananeos.
A pesar de la afirmación de Balaam de que Jehová no cambiaba de opinión, Balac todavía esperaba que Balaam maldiga a Israel. Lo lleva a la cumbre del monte Peor donde Balaam tiene su tercer encuentro con Dios. Y prepararon holocaustos otra vez.