TIEMPO
DE REFLEXIÓN
La
maduración espiritual que necesitamos.
“No
damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea
vituperado; antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en
mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias; en azotes, en
cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos; en pureza, en
ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero, en
palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a
siniestra; por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como
engañadores, pero veraces.” (2
Corintios 6.3 - 8).