sábado, 23 de mayo de 2020

Tiempo... Efesios 5. 1 - 2



TIEMPO DE REFLEXIÓN

“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”.
(Efesios 5.1-2).


Muchas veces pasamos por alto que las acciones son más valiosas que las palabras y que por ende si pregonamos con nuestro ejemplo, podremos transmitir con mucho más fuerza el sentido de aquello que hacemos.
Las escrituras de hoy nos exhortan a eso, a ser imitadores de Dios, pero dando el ejemplo y  siendo testimonio de su poder de transformación con nuestras obras y acciones, sacrificio y amor desprendidos, alejando de nosotros contiendas, rencor y todos aquellos malos sentimientos que nos alejan de honrar al Señor.
La sabiduría de Las Escrituras nos enseña que el premio del Señor, lo merecen todos aquellos que mediante el buen fruto, conducen a sus hermanos por los senderos de Dios: “Porque ni de oriente ni de occidente, Ni del desierto viene el enaltecimiento. Mas Dios es el juez; A éste humilla, y a aquél enaltece”. (Salmos 75. 6-7)
Tengamos presente hoy transitar por el camino del buen ejemplo. Seamos conscientes de nuestros comportamientos y de la manera en que nuestras acciones actuales son reflejo de la persona que Dios quiere que seamos para con nosotros y para otros. Recordemos que sólo podremos ser dignos imitadores de Dios en la medida en que seamos instrumento del Señor para servir a otros y acercarlos a Su camino.
Seamos hoy Su mejor ejemplo.
Dios les bendiga abundantemente.

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