viernes, 29 de mayo de 2020

Tiempo... Lucas 12. 22



TIEMPO DE REFLEXIÓN
La necesidad imaginaria de mañana.

“Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido”. (Lucas 12.22)


Muchas veces nos habremos encontrado en la vida, con la posibilidad de hacernos la pregunta ¿Y si…?.
Es sin duda una de las combinaciones de palabras que más nos conducen a la ansiedad. Cuando las susurramos, empezamos a imaginarnos una mala posibilidad, después otra, y más tarde, las dos negativas juntas.
Podemos olvidar que Dios nunca agotó sus provisiones para nosotros ante una necesidad y pensar en el temor de que nuestro pozo podría secarse mañana.
Aunque es indudablemente sabio planificar para el futuro, la sed imaginaria del mañana es una necesidad que no se sacia, aunque nuestro pozo esté lleno hoy.
Jesús enseñó que es inútil preocuparse por el futuro. No deberíamos traumatizarnos con lo que podría suceder ni con lo que tal vez tengamos.
Pero que hacer. La necesidad imaginaria de mañana es un vacío que Dios no satisface, es un vacío que cada uno de nosotros llena, partiendo de la fe y confianza en la suficiencia del Señor, en su grandiosa misericordia, en su sentido de cuidado por cada hijo. Si el Señor nos ha dado alimento y bebida suficientes para hoy, ¿por qué no dejar que Él se preocupe por nuestros mañanas?
Cuando el afán y la angustia, ganen espacio en nuestra vida, Tengamos calma  y confiemos en Jesús. Pensemos que Dios nos ha dotado de todo lo necesario para triunfar; esforcémonos seamos valiente y triunfaremos pero sobre todo tendremos paz en nuestro corazón.
Dios les bendiga abundantemente.

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