sábado, 30 de mayo de 2020

Tiempo... Salmo 25. 4 - 5



TIEMPO DE REFLEXIÓN
Muéstrame, oh Jehová, tus caminos.

“Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he esperado todo el día”.
(Salmos 25. 4 - 5)


Dios ofrece, mediante su palabra, la senda por la que cada uno de sus hijos debe caminar. Allí es constante su presencia, a pesar de que no siempre será un camino libre de obstáculos, barreras y tramos sinuosos.
Recordemos al pueblo de Israel saliendo de Egipto, cuando rumbo a la tierra prometida se encontró entre el Mar Rojo y la espada de Faraón.
Sólo en El Señor pudieron librar tales situaciones y por ello el clamor del Salmista de invitarnos a andar por fe, dirigidos por las veredas que nos abre Dios.
No olvidemos que los caminos del Señor, son caminos de fe. A pesar de que sus sendas nos dirijan a veces por rumbos extraños o por lugares que no queremos transitar, debemos mantenernos firmes en confianza, sabiendo que Él va adelante, con su sabiduría, amor y misericordia, cuidando de nosotros.
Confiemos; no andamos solos, Dios está con nosotros, si Él dijo, lo hará, si Él prometió, lo cumplirá.
Dios les bendiga abundantemente.

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