UN MOMENTO CON DIOS
El corazón y el
contentamiento.
“Deléitate en el Señor,
y él te concederá los deseos de tu corazón”. (Salmo 37. 4)
Para lograr el
contentamiento es importante que el corazón este en buena relación con Dios.
Por mucho que se haga y
se tenga, si el corazón no está bien con Dios, nada nos dará
tranquilidad.
Lo que uno tiene o lo
que se hace es probable que, de cierta satisfacción efímera, pues la verdadera
satisfacción solo es posible cuando se confía en alguien superior al ser
humano, y ese es Dios.
Cuando se llega a
depender de Él, a esperar solo en él, a guardar silencio mientras él actúa, y
confiar que él cumple sus promesas.
Algunos sinónimos de
contentamiento son “contento” “alegre” “confortable”. Si, contentamiento
es estar alegre, confortado, conforme, satisfecho con lo que se es y se tiene,
pero dicho estado es interno, en el corazón, porque cuando solo es exterior,
este puede ser solo pasajero.
Cuando llegamos a
confiar en Dios, lo hacemos no por lo que vemos, sino por lo que hay en el
corazón, una profunda relación con Dios donde se está seguro que él cumple sus
promesas.
Dios quiere darnos
contentamiento, porque solo Él lo da.
Solo que hay un precio
a pagar, debemos entregarnos totalmente a Dios para vivir en total dependencia
de Él, ejercitar la fe y desarrollar confianza y estar en la escuela de la
paciencia.
No podremos vivir
tranquilos, satisfechos, contentos con lo que somos y con lo que tenemos a
menos que nuestra confianza y nuestra vida estén en Dios y dependan de Él.
“De sus caminos será
hastiado el necio de corazón; Pero el hombre de bien estará contento del suyo”. Proverbios 14. 14
Este proverbio dice,
que el hombre de bien estará contento con lo suyo, no querrá más, no
ambicionara más, porque con lo suyo ya es feliz.
“El corazón alegre
embellece el rostro”. Proverbios 15.13
Un corazón alegre,
conforme se refleja en nuestro rostro.
El mundo busca la
alegría y el confort en lo exterior y nunca termina de contentarse con lo que
tiene porque siempre encuentra algo nuevo para poseer.
Nos hace falta para
vivir en contentamiento, para que nuestro rostro siempre se vea bello, alegre,
de fiesta y estemos rejuvenecidos.
Este es el reto, mirar
fijamente y vivir diariamente en Dios y estar en contacto con él para tener,
sentir, disfrutar, vivir y practicar un estilo de vida de gozo, seguridad,
motivación, estabilidad, satisfacción y mucha alegría.
Necesitamos orar a Dios
y decirle, “Señor, siempre necesitamos tu ayuda, queremos estar en pleno
contentamiento que es estar en plena dependencia de ti y tus promesas, una vida
de fe, gracias Señor por ayudarnos”.
Dios les bendiga
abundantemente.