El
apóstol Pablo usa la ilustración de la esclavitud para mostrar que antes de que
Cristo viniera y muriera por nuestros pecados, la gente vivía esclavos de la
ley.
Los
creyentes de Galacia habían sido fascinados por los argumentos falsos de los
maestros, hasta dar la apariencia de que estaban bajo la influencia de un
encanto.
Después
de su conversión, Pablo empleó muchos años preparándose para su ministerio, al
cual Dios lo había llamado. Este período de preparación incluyó un tiempo a
solas con Dios.
“Con
Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y
lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me
amó y se entregó a sí mismo por mí.”Gálatas 2. 20
Pablo
fue llamado a ser apóstol por Jesucristo y Dios el Padre. Presentó sus
credenciales desde el comienzo de esta carta porque algunos en Galacia
estuvieron cuestionando su autoridad.
“Pues,
¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los
hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.”
Gálatas 1. 10
El
apóstol Pablo escribió esta carta en 49 d.C., poco tiempo antes del concilio de
Jerusalén, el que también trató sobre la ley versus la gracia. (Hechos 15)
“Examínense
ustedes mismos, para ver si están firmes en la fe; pónganse a prueba. ¿No se
dan cuenta de que Jesucristo está en ustedes? ¡A menos que hayan fracasado en
la prueba!
Pablo
continua narrando las visiones y revelaciones que había recibido del Señor.
"Conozco a un hombre en Cristo" significa que estaba hablando de sí
mismo. Explicó que no sabía si fue en el cuerpo o en el espíritu, pero estuvo
en el paraíso ("en el tercer cielo").
“Tres
veces le he pedido al Señor que me quite ese sufrimiento; pero el Señor me
ha dicho: «Mi amor es todo lo que necesitas; pues mi poder se muestra
plenamente en la debilidad.»
Pablo
usa la necedad Y la locura aparente para recalcar la necedad que otros toleran
sin medida, sin discernimiento, las cuales aguantan sin quejas, ni argumentos.
Los
oponentes de Pablo cuestionaron su autoridad. La mayoría de los corintios
estuvieron del lado de Pablo. Sin embargo, una minoría siguió diciendo que en
sus cartas era estricto, pero que en persona no tenía autoridad.
“Es
cierto que somos humanos, pero no luchamos como los hombres de este
mundo. Las armas que usamos no son las del mundo, sino que son poder de
Dios capaz de destruir fortalezas.
Pablo
les recordó a los corintios que cumplieran con el compromiso contraído. Habían
dicho que enviarían una ofrenda en dinero para las iglesias en Jerusalén.
“Acuérdense
de esto: El que siembra poco, poco cosecha; el que siembra mucho, mucho
cosecha. Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, y no
de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría.
Las
promesas de que Dios morará entre nosotros, nos recibirá, y será nuestro Padre,
deben motivarnos para buscar la santidad, como debe ser, en el temor de Dios.
“Aunque
la carta que les escribí los entristeció, no lo lamento ahora. Y si antes lo
lamenté viendo que esa carta los había entristecido por un poco de
tiempo, ahora me alegro; no por la tristeza que les causó, sino porque esa
tristeza los hizo volverse a Dios.
Los creyentes
de Corinto dudaban de las palabras de Pablo, confundidos por los falsos
maestros que enseñaban un mensaje diferente. La gente oyó el mensaje de Dios,
pero no permitieron que afectara lo que decían y hacían.
“En
nada damos mal ejemplo a nadie, para que nuestro trabajo no caiga en
descrédito. Al contrario, en todo damos muestras de que somos siervos de
Dios, soportando con mucha paciencia los sufrimientos, las necesidades, las dificultades, los
azotes, las prisiones, los alborotos, el trabajo duro, los desvelos y el
hambre.
Pablo
contrasta nuestros cuerpos terrenales ("morada terrestre") y nuestra
resurrección futura del cuerpo ("un edificio, una casa no hecha de manos,
eterna, en los cielos").
“Nosotros
somos como una casa terrenal, como una tienda de campaña no permanente; pero
sabemos que si esta tienda se destruye, Dios nos tiene preparada en el cielo
una casa eterna, que no ha sido hecha por manos humanas.
Cuando
se habla a la gente acerca de Cristo, hay que tener cuidado en no distorsionar
el mensaje para complacer al auditorio. Es necesario proclamar la verdad de la
Palabra de Dios.
“Porque el mismo Dios que mandó que la luz
brotara de la oscuridad, es el que ha hecho brotar su luz en nuestro corazón,
para que podamos iluminar a otros, dándoles a conocer la gloria de Dios que
brilla en la cara de Jesucristo.
“Si
la promulgación de una ley que llevaba a la muerte y que estaba grabada sobre
tablas de piedra se hizo con tanta gloria que los israelitas ni siquiera podían
mirar la cara de Moisés, debido a que ese resplandor destinado a desaparecer
era tan grande, ¡cuánta más será la gloria del anuncio de una nueva
alianza fundada en el Espíritu!
“Si
alguno ha causado tristeza, no me la ha causado sólo a mí, sino hasta cierto
punto también a todos ustedes. Digo «hasta cierto punto» para no
exagerar.
Pablo
comienza esta carta con un saludo formal, pero sus palabras estaban llenas de
sentido espiritual, y para los creyentes primitivos estas palabras podrían
llevar un sentido más profundo; por ejemplo, la palabra “paz” no se refería a
la paz humana, sino a la paz con y de Dios.
Pablo
menciona algunas obras prácticas muy valiosas para todos los cristianos. Los
cristianos en Jerusalén venían sufriendo pobreza y hambre, lo que motivó que
Pablo recolectara dinero para ellos.
“Después
de pasar por Macedonia, pues tengo que atravesar esa región, iré a verlos. Es
posible que me quede con ustedes algún tiempo, y tal vez pase allí el invierno,
para que me ayuden a seguir el viaje.
Siempre
habrá personas que digan que Jesús no resucitó. Pablo nos asegura que muchas
personas vieron a Jesús después de su resurrección: Pedro, los discípulos (los
doce), más de quinientos creyentes, Santiago (el hermano de Jesús), todos los
apóstoles y por último Pablo mismo.
“Lo
cierto es que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, como primicias de
los que murieron. De hecho, ya que la muerte vino por medio de un hombre,
también por medio de un hombre viene la resurrección de los muertos.
La
profecía puede involucrar acontecimientos futuros pero su propósito central es
comunicar la Palabra de Dios a la gente, proveyendo discernimiento, precaución,
corrección y estímulo.
“Doy
gracias a Dios porque hablo en lenguas más que todos ustedes. Sin
embargo, en la iglesia prefiero emplear cinco palabras comprensibles
y que me sirvan para instruir a los demás, que diez mil palabras en
lenguas.
“El
amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni
jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta,
no se enoja fácilmente, no guarda rencor.