jueves, 20 de junio de 2019

Leyendo... 2 Corintios capítulo 8



LECTURA DIARIA:
2 Corintios capítulo 8

Durante su tercer viaje misionero, Pablo fue recolectando dinero para los creyentes pobres de Jerusalén.
Las iglesias en Macedonia -Filipos, Tesalónica y Berea dieron dinero a pesar de ser también pobres, y dieron mucho más de lo que Pablo esperaba. Era una dádiva con sacrificio, eran pobres pero querían ayudar.
Pablo, al escribir desde Macedonia, esperaba que las noticias de la generosidad de estas iglesias animaran a los creyentes de Corinto y los estimularan para solucionar sus problemas y para unirse en hermandad.
Los creyentes corintios sobresalieron en todo, tuvieron fe, buena predicación (palabra), mucho conocimiento, mucha solicitud, mucho amor. Pablo quería además que fueran líderes en ofrendar. Dar es una respuesta natural del amor. Pablo no les ordenó a los corintios que dieran, sino que los desafió a probar que su amor era sincero.
Jesús se hizo pobre al ceder sus derechos como Dios y convertirse en un ser humano. En su encarnación, Dios voluntariamente se convirtió en hombre, una persona totalmente humana, Jesús de Nazaret. Como hombre, estuvo sujeto a espacio, tiempo y a todas las demás limitaciones humanas. No perdió su poder eterno al convertirse en hombre, sino que puso a un lado su gloria y sus derechos. En respuesta a la voluntad del Padre, limitó su poder y conocimiento. Cristo se convirtió en "pobre" cuando se hizo humano, porque abandonó muchas cosas. Sin embargo, con ello nos hizo "ricos" porque nosotros recibimos salvación y vida eterna. Lo que hizo la humanidad de Jesús única fue su libertad del pecado. En su completa humanidad, podemos ver cada aspecto del carácter de Dios expresado en términos humanos.
La iglesia en Corinto tenía dinero, y aparentemente habían planeado recolectarlo para la iglesia de Jerusalén un año antes. Pablo la desafió a seguir sus planes.
Pablo da a la iglesia en Corinto varios principios a seguir, cada persona debe cumplir con las promesas que hizo, cada persona debe dar tanto como le sea posible, cada persona debe determinar la cantidad que debe dar y cada persona debe dar en proporción a lo que Dios le ha dado. Dios nos da de modo que podamos dar a otros.
Pablo dice que debemos dar de lo que tenemos, no de lo que no tenemos. La ofrenda sacrificial debe ser responsable. Pablo quiere que los creyentes den con generosidad, pero no al extremo que los que dependen de los dadores por ejemplo, que la familia no tenga sus necesidades básicas cubiertas.
Tito, era el hombre que fue elegido por las iglesias para llevar también la importante ofrenda a Jerusalén. Pablo explica que al viajar juntos no podría caber lugar a sospechas en cuanto al uso del dinero. La gente que envió Pablo estaba bien recomendada. La iglesia no tuvo que preocuparse de que los portadores usaran mal el dinero.

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