domingo, 2 de junio de 2019

Tiempo... 1 Corintios 7. 29 - 31



TIEMPO DE REFLEXIÓN

“Lo que quiero decir,  hermanos,  es que nos queda poco tiempo.  De aquí en adelante los que tienen esposa deben vivir como si no la tuvieran; los que lloran,  como si no lloraran;  los que se alegran,  como si no se alegraran;  los que compran algo,  como si no lo poseyeran; los que disfrutan de las cosas de este mundo,  como si no disfrutaran de ellas;  porque este mundo,  en su forma actual,  está por desaparecer”.  1 Corintios 7. 29 – 31



No sabemos ni el día ni la hora en que el Señor ha de volver, vivamos como quien no posee nada.
Los que aún no comprenden que las cosas de este mundo pasaran, deben entender que no es que no podamos disfrutar de ellas, sino que en ese disfrute no se comprometa ningún apego.
Esto toca a nuestro estilo de vida. No dice que no se debe hacer estas cosas; no es pecado disfrutar de las cosas del mundo. Debemos disfrutar de todo lo hermoso que Dios ha creado en esta tierra. Cuando uno viaja puede contemplar en algunos lugares hermosos bosques con gigantescos árboles, ríos caudalosos, lagos y la inmensidad del mar. Éstas son experiencias que reaniman nuestros corazones. Uno puede admirar estas maravillas de la naturaleza, pero sin olvidarnos del que las creó, y a quien únicamente debemos atribuir todo el honor y la gloria de la creación. Y es bueno recordar esto en una época en que la gente tiende cada vez más a ensalzar el orden creado y a la sabiduría humana, y a rechazar al Creador.
Dios creó todas las cosas, pero no debemos enfocarnos en ellas. 
¿Por qué? Porque este mundo, en su forma actual, está por desaparecer. Este mundo no es nuestro hogar. 
Nos queda poco tiempo para evangelizar y edificar la iglesia.  La mies es mucha y los obreros son pocos. 
Dios les bendiga abundantemente.

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