jueves, 6 de junio de 2019

Tiempo... 1 Corintios 11. 1



TIEMPO DE REFLEXIÓN

 “Imítenme a mí,  como yo imito a Cristo”.  1 Corintios 11.1


La imitación a la que Pablo nos induce es a imitar a Cristo, pues en eso se debería basar toda enseñanza cristiana en como imitar, a repetir a Cristo en nosotros, lo cual solo es posible por la acción del Espíritu Santo en nuestro ser, sin el podríamos intentarlo, pero no tendríamos la fortaleza para lograrlo. Muchos han intentado en sus propias fuerzas hacerlo, pero tarde o temprano sale a la luz la verdad, en cambio aquellos que son alcanzados por Dios, Cristo se convierte en su ADN, en su ser la imitación no proviene de una mentira o falsificación, sino de una verdad que se establece en nuestros corazones y que nos lleva a pensar y actuar como Él, lo haría.
Una imitación es muy similar, no igual pero entre mejor es la imitación más irreconocible es, las grandes falsificación de arte, son tan parecidas que no se pueden distinguir, pero las malas, a lo lejos podrían engañar pero apenas son puestas bajo la luz, salen a relucir su engaño, de igual manera entre mejores imitadores somos por la gracia de Dios, más nos parecemos a Cristo y nadie podrá negarlo, pero entre más hay de nosotros, a la luz siempre se revelara la verdad y saldrá la mentira.
Dios les bendiga abundantemente.

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