domingo, 9 de junio de 2019

Tiempo... 1 Corintios 14. 18 - 20



TIEMPO DE REFLEXIÓN

“Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas más que todos ustedes. Sin embargo,  en la iglesia prefiero emplear cinco palabras comprensibles y que me sirvan para instruir a los demás,  que diez mil palabras en lenguas.
 Hermanos,  no sean niños en su modo de pensar.  Sean niños en cuanto a la malicia, pero adultos en su modo de pensar”. 
1 Corintios 14. 18 – 20

Pablo oraba en lenguas con frecuencia, usando el don de lenguas más que todos, pero esto no lo hacía por exaltarse a sí mismo, sino para que entendieran que aunque lo tenía, lo usaba solo en beneficio del pueblo de Dios. 
Sus hechos y no sus palabras, demostraban con claridad lo que explicaba, un gran maestro solo enseña con su ejemplo, si no es ejemplo de ello, no se hace partícipe de la enseñanza, por eso Pablo solo hace alusión a aquellas cosas que hacía y que eran visibles para la congregación. Esto solo mostraba su madurez espiritual que le permitía orar en lenguas para su intimidad y usar palabras comprensibles para explicar, enseñar, revelar e instruir a los que participaban como iglesia.
Aunque Jesús apela a que seamos como niños, Pablo nos insta a no ser niños en nuestra forma de pensar, seamos niños en cuanto a la inocencia, a la avidez por conocimiento, a la inquietud por conocimiento en lo cual no hay malicia, mas no seamos ingenuos como los niños en el pensamiento, más bien como adultos reconozcamos lo bueno y lo malo, lo que edifica y lo que destruye, para que podamos crecer espiritualmente.
Dios les bendiga abundantemente.

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