El
nardo puro era un ungüento aromático importado de las montañas de la India. Por
lo tanto, era muy costoso. El valor de la cantidad que usó María equivalía al
salario de un año.
“Yo
soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; pero
el que trabaja solamente por la paga, cuando ve venir al lobo deja las ovejas y
huye, porque no es el pastor y porque las ovejas no son suyas.
En
el capítulo 9 vemos cuatro reacciones diferentes ante Jesús. Los vecinos
revelaron sorpresa y escepticismo; los fariseos mostraron incredulidad y
prejuicio; los padres creyeron pero callaron por temor a la excomunión; y el
hombre sanado demostró una fe constante y creciente.
“Al
salir, Jesús vio a su paso a un hombre que había nacido ciego. 2 Sus
discípulos le preguntaron: Maestro, ¿por qué nació ciego este hombre? ¿Por el
pecado de sus padres, o por su propio pecado?
“Jesús
les contestó: Si de veras Dios fuera su padre, ustedes me amarían, porque yo
vengo de Dios y aquí estoy. No he venido por mi propia cuenta, sino que Dios me
ha enviado.
La
Fiesta de los Tabernáculos tenía lugar en octubre, alrededor de seis meses
después de la celebración de la Pascua. La fiesta conmemoraba los días en que
los israelitas peregrinaban por el desierto y vivían en tabernáculos.
“El
último día de la fiesta era el más importante. Aquel día Jesús, puesto de pie,
dijo con voz fuerte: Si alguien tiene sed, venga a mí, y el que cree en mí, que
beba. Como dice la Escritura, del interior de aquél correrán ríos de agua viva.
Jesús
probaba a Felipe a fin de fortalecer su fe. Cuando Jesús preguntó a Felipe
dónde comprar una enorme cantidad de pan, este empezó a calcular el costo
probable.
Había
tres fiestas que requerían la presencia de los judíos varones en Jerusalén, la Fiesta de la Pascua y la Fiesta de los
Panes sin Levadura, la Fiesta de las Semanas (llamada también Pentecostés), y
la Fiesta de los Tabernáculos.
“Ustedes
estudian las Escrituras con mucho cuidado, porque esperan encontrar en ellas la
vida eterna; sin embargo, aunque las Escrituras dan testimonio de
mí, ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida”.
Ya
había surgido la oposición en contra de Jesús, en especial de parte de los
fariseos. Se sentían molestos con la popularidad y el mensaje de Cristo que
contradecía muchas de sus enseñanzas. Jesús apenas empezaba su ministerio, dejó
Jerusalén y viajó al norte, a Galilea.
“Al
oír esto, la mujer le dijo: Señor, ya veo que eres un profeta. Nuestros
antepasados, los samaritanos, adoraron a Dios aquí, en este monte; pero ustedes
los judíos dicen que Jerusalén es el lugar donde debemos adorarlo.
Nicodemo era fariseo y miembro del concilio (llamado Sanedrín) Muchos
fariseos estaban celosos de Jesús porque socavaba su autoridad y rebatía sus
puntos de vista. Pero Nicodemo indagaba y creía que Jesús tenía respuestas.
Aunque era un erudito, fue a Jesús para instruirse.
Jesús
tenía como misión salvar al mundo, la más grande misión en la historia de la
humanidad. A pesar de esto empleó tiempo para asistir a una boda y participar
en las festividades. Las bodas en los días de Jesús eran fiestas de una semana
de duración.
“Al
tercer día hubo una boda en Caná, un pueblo de Galilea. La madre de Jesús
estaba allí, y Jesús y sus discípulos fueron también invitados a la
boda. Se acabó el vino, y la madre de Jesús le dijo: Ya no tienen vino.
El apóstol Juan
escribió este libro. A lo largo del libro se refirió a sí mismo como el
discípulo “a quien Jesús amaba” (Juan 13.23; 19.26; 20.2; 21.7, 20)
“Entonces
les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo:
Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de
los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y
el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
Las
mujeres fueron a sus casas y guardaron el día de reposo como ordenaba la Ley,
desde el atardecer del viernes hasta el atardecer del sábado, antes de volver a
la tumba para llevar juntas sus especias y perfumes.
Pilato
era el gobernador romano de Judea, región donde estaba Jerusalén. Pilato
comenzaba a sentirse inseguro en su puesto cuando los líderes judíos trajeron a
Jesús para enjuiciarlo.
“Cuando
era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora
novena. Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad.
Todos
los judíos varones mayores de doce años de edad debían ir a Jerusalén para la
Fiesta de la Pascua, a la cual le seguía la Fiesta de los Panes sin Levadura.
“¿Eres
tú el Cristo? Dínoslo. Y les dijo: Si os lo dijere, no creeréis; y también si
os preguntare, no me responderéis, ni me soltaréis. Pero desde ahora el Hijo
del Hombre se sentará a la diestra del poder de Dios.
Jesús
se hallaba en el lugar del templo llamado atrio de las mujeres y el arca de las
ofrendas se ponía allí o en un pasillo anexo. En este lugar había siete urnas.
“Y a
unos que hablaban de que el templo estaba adornado de hermosas piedras y
ofrendas votivas, dijo: En cuanto a estas cosas que veis, días vendrán en que
no quedará piedra sobre piedra, que no sea destruida”.
Un
grupo de líderes quiso deshacerse de Jesús, de manera que trataron de atraparlo
con su pregunta. Si Jesús decía que su autoridad venía de Dios, si abiertamente
establecía que era el Mesías y el Hijo de Dios, lo acusarían de blasfemia y lo
llevarían a juicio.
“Llegando
entonces algunos de los saduceos, los cuales niegan haber resurrección, le
preguntaron, diciendo: Maestro, Moisés nos escribió: Si el hermano de
alguno muriere teniendo mujer, y no dejare hijos, que su hermano se case con ella,
y levante descendencia a su hermano.
“Habiendo
entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. Y sucedió que un varón
llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, procuraba ver quién era
Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura.
Jesús
hizo esta advertencia a los líderes religiosos que enseñaban a sus prosélitos con
hipocresía. Perpetuaban un sistema maligno. Una persona que enseña a otras
tiene una responsabilidad muy seria.
“Yendo
Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Y al entrar en una aldea, le
salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y
alzaron la voz, diciendo !Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!
La
parábola del mayordomo deshonesto ilustra la mayordomía de la riqueza. Jesús no
aprueba el fraude del mayordomo, pero elogia su prudencia al usar las
oportunidades del presente para incrementar su futuro patrimonio.
Se
acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, y los fariseos y
los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos
come.
En
una ocasión, invitaron a Jesús a la casa de un fariseo para discutir. Esta vez,
uno de los más prominentes lo invitó con el propósito específico de atraparlo
en algo que dijera o hiciera para arrestarlo. Jesús no temía enfrentarlos, aun
sabiendo que tenían como propósito sorprenderlo en el quebrantamiento de las
leyes.
“Oyendo
esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado
el que coma pan en el reino de Dios. Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una
gran cena, y convidó a muchos. Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir
a los convidados: Venid, que ya todo está preparado.
“Oyendo
esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado
el que coma pan en el reino de Dios. Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una
gran cena, y convidó a muchos. Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir
a los convidados: Venid, que ya todo está preparado.