martes, 5 de marzo de 2019

Tiempo... Lucas 11. 9 - 13



TIEMPO DE REFLEXIÓN

Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” 
Lucas 11. 9 – 13.

El Señor Jesús nos anima a pedir, a buscar y a llamar. Originalmente en griego estos verbos hacen referencia a un tiempo que en el español no existe, y es un tiempo eterno o un tiempo constante.
Lo que el versículo nos enseña es a pedir y seguir pidiendo, buscar y seguir buscando, llamar y seguir llamando. A veces nos desanimamos en nuestras peticiones al no recibir rápidamente lo que necesitamos. O cuando buscamos algo, si lo buscamos una sola vez puede ser difícil que lo encontremos, pero si mantenemos una constante búsqueda tarde o temprano lo encontraremos.  Respecto al llamar hace referencia a ese momento, donde no existían timbres en las puertas de las casas, y para entrar a una casa debían llamar o gritar desde afuera para que le dejaran entrar.
Si llamamos una vez puede que no oigan, pero si llamamos con constancia seremos escuchados y nos abrirán la puerta.
Nuestro Padre Celestial tiene preparado de antemano las mejores bendiciones para nuestras vidas. Él sabe mejor que nadie lo que necesitamos, pero también sabe que es lo que más conviene a nuestras vidas.
Sigamos golpeando la puerta porque cuando Él nos responda nos dará, no solo nuestra petición, sino lo mejor para cada uno de nosotros.
Por lo cual, en la vida espiritual, es necesario constantemente pedir, buscar y llamar con fe y agradecimiento en nuestro corazón.
Dios les bendiga abundantemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario