miércoles, 20 de marzo de 2019

Leyendo... Juan capítulo 1


LECTURA DIARIA:
Juan capítulo 1

El Verbo era una expresión usada por teólogos y filósofos, judíos y griegos por igual, de muchas maneras diferentes.
En las Escrituras hebreas, el Verbo era un agente de creación, la fuente del mensaje de Dios a su pueblo por medio de sus profetas y la ley de Dios, su norma de santidad. En la filosofía griega, el Verbo era el principio de la razón que gobernaba al mundo o el pensamiento que estaba aún en la mente, mientras que en el pensamiento hebreo el Verbo era otra forma de decir Dios.
La descripción de Juan muestra claramente que se refiere a Jesús (1.14); un ser humano que conocía y amaba, pero que era a la vez el Creador del universo, la suprema revelación de Dios, la imagen viviente de la santidad de Dios, y "todas las cosas en El subsisten". Para los lectores judíos, "el Verbo era Dios" era una blasfemia. Para los lectores griegos, "aquel Verbo fue hecho carne" era impensable.
Para Juan, este nuevo entendimiento del Verbo era el evangelio, las buenas nuevas de Jesucristo. Jesucristo es el creador de la vida y su vida ofrece luz a la humanidad. "Las tinieblas no prevalecieron contra ella" significa que las tinieblas de maldad nunca han triunfado ni triunfarán ni apagarán la luz de Dios. A pesar de que Cristo creó el mundo, la gente que creó no lo reconoció (1.10).
El "Verbo fue hecho carne", significa: se convirtió en humano. Cristo vino a ser el Maestro perfecto, en la vida de Jesús vemos cómo Dios piensa y por lo tanto cómo debiéramos pensar; el ejemplo perfecto. Él es el modelo de lo que debemos ser, nos muestra cómo vivir y nos da poder para vivir de esa manera; el sacrificio perfecto: Jesús vino como un sacrificio por todos los pecados y su muerte satisface las demandas de Dios para la cancelación del pecado.
El "unigénito del Padre" significa que Jesús es el único y singular Hijo de Dios. El énfasis está puesto en lo singular. Jesús es único y disfruta de una relación con Dios que es diferente de la de los creyentes llamados "hijos" que afirman ser "engendrados de Dios". Cuando Jesús nació, Dios se hizo hombre. No era mitad hombre ni mitad Dios, era todo Dios y todo hombre. Antes de que Cristo viniera, la gente podía conocer a Dios en parte. Luego de su venida, lo conoció en su totalidad porque vino visible y tangible en Jesús. Cristo es la expresión perfecta de Dios en forma humana.
Los dos errores más comunes son minimizar su humanidad o minimizar su divinidad. Jesús es tanto Dios como hombre. La naturaleza y la voluntad de Dios se revelaron en la Ley; ahora la naturaleza y la voluntad de Dios se revelan en Jesucristo.
En Cristo, Dios reveló su naturaleza y esencia de una forma que podía verse y tocarse. En Cristo, Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros. Juan el Bautista se proclamó, en palabras del profeta Isaías en el Antiguo Testamento, como la "voz que clama en el desierto; preparad camino para Jehová" (Isaías 40.3). Juan enfatizó solo la razón por la que vino: a preparar el camino para el Mesías. Los fariseos no entendían lo más importante. Querían saber quién era Juan, pero este quería que ellos supieran quién era Jesús. Juan estaba bautizando judíos. Los esenios (una estricta secta monástica de judíos) practicaban el bautismo para purificación, pero por lo general solo los que no eran judíos (gentiles) se bautizaban al convertirse al judaísmo.
Cuando los fariseos preguntaron con qué autoridad bautizaba, estaban diciendo: "¿Por qué tratas al pueblo escogido de Dios como si fueran gentiles?" Juan contestó: "Yo bautizo con agua". Simplemente ayudaba a la gente a cumplir con un acto simbólico de arrepentimiento. Pero muy pronto vendría uno que en verdad perdonaría pecados, algo que solo el Hijo de Dios, el Mesías, podría hacer. Juan el Bautista manifestó que no era digno ni de ser esclavo de Cristo. En el bautismo de Jesús, Juan el Bautista lo declaró como el Mesías. En ese momento Dios le dio una señal a Juan de que en verdad Él había enviado a Jesús (1.33).
¿Por qué estos discípulos dejaron a Juan el Bautista? Porque eso es lo que Juan quiso que hicieran; los guió a Cristo, los preparó para que lo siguieran. Uno de los dos discípulos fue Andrés (1.40).
El otro quizás fue Juan, el escritor de este libro, o Felipe, al que se menciona a menudo. Estos fueron los primeros discípulos de Jesús, junto con Simón Pedro (1.42) y Natanael (1.45)
Jesús no solo vio quién era Pedro, sino quién llegaría a ser. Por eso le asignó un nuevo nombre: Cefas en arameo, Pedro en griego (el nombre significa "una roca"). A través de los Evangelios, no se presenta a Pedro como "piedra sólida", pero llegó a ser una "roca" en los días de la iglesia primitiva, como nos lo relata el libro de los Hechos.
Cuando Natanael oyó que el Mesías procedía de Nazaret, se sorprendió. Felipe le respondió: "Ven y ve". Por fortuna, Natanael fue a ver a Jesús y llegó a ser su discípulo. Jesús conocía todo lo referente a Natanael antes de que se encontrasen cara a cara.

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