UN MOMENTO CON DIOS
Gracias a Dios por su
misericordia.
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo nosotros pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5.8)
Hacer misericordia es
mostrar amor hacia alguien que no lo merece. La palabra hebrea para
misericordia es “Hesed” que entre otras puede traducirse como lealtad,
fidelidad, amor. Es por ello que cuando hacemos misericordia estamos mostrando
un poquito de la esencia de Dios quien es por naturaleza
misericordioso.
La Biblia dice, “Mas
Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo nosotros pecadores,
Cristo murió por nosotros” (Romanos 5.8)
Esto es hacer misericordia
en grande, pues dice Romanos 6.23 que “la paga del pecado es muerte”, lo que
merece todo pecador, es morir por causa del pecado, y no tiene nada que le dé
mérito para ser librado de la muerte, pero DIOS en su gran amor, y gracia
mostro su misericordia, virtud de mostrar favor, gracia hacia el que no lo
merece.
Al leer el salmo 136
nos podemos dar cuenta que todo lo que hace Dios a favor de nosotros es una
demostración de su misericordia, pues desde el pecado de Adán y Eva, todos
pecamos y por consiguiente, todo lo que hagamos por muy bueno que sea, no me
libra del castigo por el pecado, que es la misma muerte. Así que, toda la
creación humana, no merece ningún favor de parte de Dios pues a una nos
desviamos, pero Dios todos los días muestra su amor para cada uno de los seres
humanos del mundo entero.
Lo hace porque él es
bueno, más bueno que todos los dioses inventados por el hombre, que todos los
grandes señores de la tierra, el único que hace grandes maravillas.
Dios muestra su
misericordia a todos por igual, el fin y deseo de Dios es evitar que todos
lleguen al lugar de castigo, y aunque ninguno merece la misericordia de DIOS,
Él la ofrece, la da, y la manifiesta a todos los seres humanos por igual.
La diferencia está en
quien es el que decide aceptarla.
Cuando una persona
decide aceptar esta misericordia de Dios, toma una actitud de gratitud,
alabanza, y agradecimiento.
Eso es lo que hace el
salmista, al elevar este cántico. La primera parte de cada verso describe la
manera como Dios muestra su misericordia, y la segunda parte del mismo verso
toda la congregación repite la frase de agradecimiento, que es la misma, porque
está confirmando que lo que hizo Dios es expresión de Su “hesed”, amor,
misericordia, fidelidad, y lealtad a su naturaleza misma.
DIOS es amor, es bueno
y misericordia, y por ser así por naturaleza, nos ama incondicionalmente y sin
acepción de personas.
Nuestra actitud ante
tanta misericordia debe ser de continua alabanza, más alabanza, gratitud y más
gratitud hacia Él por todo y por todos.
Cada mañana al
despertar y apreciar los rayos del sol, la alegría de los árboles, la belleza
de la creación, el canto de las aves, el movimiento de las personas, todo está
bien sincronizado, todo está divinamente creado, de gracias a Dios, por ese
nuevo día, de gracias a Dios por su bondad, providencia y cuidado que tiene que
cada cosa funcione a la perfección.
Alabemos a Dios porque
por su misericordia, Él supervisa, controla, monitorea todo el Universo y lo
mantiene funcionando a la perfección aun cuando la maldad de este mundo se ha
incrementado.
Dios les bendiga
abundantemente.
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