miércoles, 7 de septiembre de 2022

Un momento... El poder de Dios para cada día

 


UN MOMENTO CON DIOS

El poder de Dios para cada día

 

“Es cierto que fue crucificado como débil, pero vive por el poder de Dios. De la misma manera, nosotros participamos de su debilidad, pero unidos a él viviremos por el poder de Dios para servirles a ustedes.”  (2 de Corintios 13.4)

 

La mayoría de las personas que no aprendieron la fe y la vida cristiana en sus hogares y que llegaron al conocimiento de Dios por decisión propia en algún momento de su vida, generalmente se acercaron a Dios en medio de alguna crisis, como una depresión, una enfermedad propia o de un familiar, una etapa de miedo, etc. Al darle lugar al poder de Dios lo experimentaron y entendieron que era real por lo que le entregaron su vida al Señor.

Aunque no todos hemos experimentado fuertes eventos al acercarnos a Dios, sí hemos llegado a pensar que Su poder solamente se activa en la vida de las personas cuando hay un “gran” problema que requiere un milagro.

El apóstol Pablo hace un llamado a los cristianos de su tiempo para que se examinen, que pongan atención a su fe, que se prueben a sí mismos para ver si no estará sucediendo que únicamente buscan el poder de Dios cuando se dan cuenta que su manera de vivir está reprobada y equivocada.

El poder de Dios es necesario para cada día de nuestras vidas.

¿Qué tanto dependemos de Dios para vivir, qué tanto nos acordamos de Él en el día?

Muchos se acuerdan de Dios en las urgencias, cuando necesitan respuestas ante determinadas situaciones que no pueden controlar.

La vida cristiana precisamente hace referencia a vivir de manera que imitemos y sigamos todo lo que Jesucristo hizo y estableció. El apóstol Pablo menciona en este versículo de la 2 carta a los Corintios que, aunque Jesús tuvo que experimentar debilidad al ir a la cruz, resucitó por el poder de Dios que reposaba en su vida.

El cristianismo verdadero requiere que aprendamos no a acudir a buscar el poder de Dios en las crisis sino a vivir continuamente experimentándolo y dependiendo de él.

¿Por qué esperar a que llegue la necesidad para ponernos de rodillas?, ¿por qué nos esforzamos tanto en cambiar y hacer las cosas bien antes de buscar la intervención de Dios en nuestras debilidades?

Su poder está disponible para nosotros en cualquier instante de nuestra vida para todo tipo de decisiones.

No quiere decir que Jesucristo está ahí para hacer todo lo que le pidamos, sino que quiere decir que, si nosotros permanecemos en Él y su Palabra, nada nos podrá hacer frente porque Él estará con nosotros.

Aprendamos a vivir continuamente apegados al Señor haya o no pruebas, vengan o no tentaciones.

“Para terminar, hermanos, deseo que vivan felices y que busquen la perfección en su vida. Anímense y vivan en armonía y paz; y el Dios de amor y de paz estará con ustedes”. (2 de Corintios 3.11)

Cuando permitimos a DIOS, a través de su Espíritu dirigir nuestra vida recibimos su gracia que nos capacita para vivir la vida cristiana de manera efectiva. Experimentar alegría en medio de las pruebas, recibir fuerza en nuestras debilidades, ser consolados en nuestras tristezas, aprender a amarnos unos a otros y vivir en paz.

Dios les bendiga abundantemente.

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario