Leyendo... Salmos 36

LECTURA DIARIA:
Salmos 36

Este Salmo describe la inseguridad de los incrédulos en contraste con la bondad de los fieles.
Debido a que el malvado no teme a Dios, nada le impide pecar. Actúa precipitadamente como si nada le fuera a suceder.
Dios es justo y solo retarda su castigo. Saber esto debe ser un impedimento para que pequemos. Dejemos que el temor de Dios obre en nuestras vidas para apartarnos del pecado.
La fidelidad, justicia y juicios de Dios contrastan con los malvados y sus planes perversos que terminan en el fracaso. Su amor es más grande que los cielos. Su fidelidad va más allá de las nubes. Su justicia es tan sólida como una montaña. Sus juicios están tan llenos de sabiduría como los océanos de agua ("abismo grande"). Necesitamos no temer a los malvados porque sabemos que Dios nos ama, juzga el mal y nos protegerá para siempre.
Los hombres pueden cerrar su compasión, pero en Dios hallaremos misericordia.
La amorosa bondad de Dios es preciosa para los que le buscan. Ellos se ponen bajo su protección y, entonces, están seguros y a salvo.
Conozcamos, amemos y sirvamos justamente al Señor; entonces, ningún enemigo orgulloso, de la tierra o del infierno, nos separará de su amor.