LECTURA DIARIA:
Salmo 12
Este Salmo balancea entre dos “palabras”: Por todas partes David escuchaba mentiras, adulaciones y engaño; pero en contraste, hay una palabra que es total en su pureza, en su valor y está libre de cualquier defecto la Palabra de Dios.
Esta es la decisión que siempre enfrenta el creyente: Confundirse y desorientarse por la palabra del hombre o descansar sobre la palabra de Dios. Porque la sociedad en cualquier momento puede parecer como la describen los versículos 1 y 2. Sin espiritualidad, confiabilidad y veracidad.
Necesitamos pisar en terreno firme. La respuesta al colapso de valores en la sociedad es la oración pidiendo liberación personal y juicio divino en el desenfreno de mentiras.
Es correcto orar por tal acción de Dios para limpiar la sociedad, es indudable que el Señor valida tal oración por medio de comprometerse a actuar.
La respuesta a la palabra del Señor es tener confianza. Porque Su Palabra es perfectamente pura, la cumplirá, prometiendo su acción en respuesta a la necesidad y en contra del mal. Como resultado, por nuestra parte afirmamos nuestra confianza aunque el problema siga siendo tan virulento como siempre. Ya que lo que el Señor promete es parte de su palabra perfecta, debemos confiar en Él aunque el problema persista.
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