sábado, 14 de octubre de 2017

Un momento... MUJERES DE LA BIBLIA: DALILA la filistea

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UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
MUJERES DE LA BIBLIA: DALILA la filistea
Jueces 16. 4 – 20.

"Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila" (Jueces 16:4)

Dalila tenía su casa junto a la orilla del río Sorec, una mujer que fue instrumento de los jefes de los filisteos para reducir a la impotencia a Sansón.
Sansón era un elegido de DIOS. Fue escogido y equipado por DIOS para este propósito en una forma singular. 
Pero Sansón, el héroe, mostró un defecto fatal, el de sucumbir fácilmente a los encantos de las mujeres. Una mujer lo subyugó y sacó ventaja de su dominio sobre él.
Incluso ya antes de conocer a Dalila, Sansón en Gaza vio a una ramera y se llegó a ella. Los filisteos lo acecharon a las puertas de la ciudad para echarse sobre él al amanecer. Pero a media noche Sansón se levantó y « tomando las puertas de la ciudad con sus dos pilares y su cerrojo, se las echó al hombro y se fue.
Después de esto se enamoró de esta mujer en el valle de Sorec, que se llamaba Dalila. El nombre nos suena hermoso, y lo que halló Sansón en su casa fue peor que la muerte. 
La mujer le fingió amor y le sedujo para que en prueba del amor con que él había de corresponder al suyo, le dijera cuál era el secreto de su fuerza. 
« ¿Cómo dices: Yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo ?» Tres veces consecutivas Sansón le dio una falsa respuesta. Al tratar de ponerla a prueba Sansón se demostraba invencible: el secreto no había sido revelado.
Dalila fue tejiendo una red inextricable de engaño y seducción. Fue presionándole cada día, e importunándole, hasta conseguir reducir su alma «a mortal angustia». Entonces él le reveló finalmente el secreto. Esta vez Sansón fue reducido a la impotencia en manos de sus numerosos enemigos.
La baja calidad moral de esta mujer, que se pone al servicio por «cien siclos de plata» concedidos por cada uno de los jefes filisteos no exonera de su culpa a Sansón. Dalila era una mujer infame en las páginas de la Biblia, pero Sansón no debía visitar prostitutas en Gaza o en Sorec. Sansón había perdido el temor de Jehová.
Dalila era una mujer engañadora con miel en sus labios y veneno en su corazón. Fría y calculadora, jugó con Sansón pretendiendo amarlo mientras buscaba un beneficio personal. 
Dalila usó su atractivo femenino ilegítimamente, con un propósito destructor y homicida. Toda mujer que finge amor y usa las armas de su vanidad y coquetería para conseguir sus fines egoístas, está haciendo un juego paralelo al de Dalila. 
El encanto femenino y el atractivo son gracia de DIOS. La mujer los ha recibido del Creador. 
El mayor logro de una persona bien puede ser ayudar a otros a realizar grandes cosas. Del mismo modo, el mayor fracaso puede ser evitar que otros alcancen su grandeza.
Dios les bendiga abundantemente.

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