martes, 17 de octubre de 2017

Un momento... LA RAZÓN DE LA SUMISIÓN

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UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
LA RAZÓN DE LA SUMISIÓN. 

La esposa está llamada a sujetarse a la autoridad del esposo “Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo El mismo el Salvador del cuerpo”. (Efesios 5. 23) 
La palabra “cabeza” (kephale) en la Biblia significa literalmente la cabeza del ser humano y en sentido figurado significa la persona o líder que está a cargo de todo. La cabeza da dirección y el cuerpo responde. Pablo compara el rol de Cristo con el rol del esposo y el rol de la iglesia con el rol de la esposa. La iglesia no se gobierna a sí misma. Ella pertenece a Cristo y, por lo tanto, es gobernada y se somete a la autoridad de Cristo. De la misma manera, la mujer no se gobierna a sí misma dentro del hogar, ella debe someterse a su esposo.
La relación entre Cristo y la iglesia es el modelo que Pablo provee para que logremos entender cómo debe funcionar la relación entre el hombre y la mujer en el matrimonio. Por esta razón el Apóstol escribe: “Pero así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo” (Efesios 5. 24). 
Las esposas deben saber que DIOS ha puesto una autoridad sobre ellas, esa autoridad es su esposo. En respuesta, la mujer debe estar sujeta a ese orden que DIOS ha establecido.
Es necesario exponer algunas ideas falsas acerca de la sumisión. 
1) La sumisión es solamente para mujeres
Todos debemos sujetarnos a alguna autoridad que DIOS ha colocado sobre nosotros: autoridades civiles (Romanos 13.1, 5; Tito 3.1; 1 Pedro 2.13), autoridades en la iglesia (1 de Corintios 16.16; Hebreos 13.17), autoridades laborales (1 de Pedro 2.18) y, sobre todo, a la Palabra de DIOS (Josué 1.8)
2) La sumisión es una esclavitud y es para débiles
La sumisión de una persona no implica que esta sea un esclavo (que no tenga voluntad, derechos y decisiones) La sumisión tampoco implica que una persona sea débil. Jesús ha sido la persona más completa y satisfecha en este mundo y al mismo tiempo es el Todopoderoso (Apocalipsis 1.8). Con todo, Él mismo se sujetó a su Padre Celestial (1 de Corintios 15.28) y a sus padres terrenales (Lucas 2.51).
3) La sumisión significa callarse
La Biblia en ningún lugar enseñan que la mujer que se somete a su esposo lo demuestra guardando absoluto silencio y guardando sus opiniones para ella misma. La mujer virtuosa de Proverbios 31 “abre su boca con sabiduría” (v. 26). La esposa que se sujeta llega a ser la confidente, la mejor consejera y la ayuda idónea para su esposo que la protege y no le prohíbe expresarse. La esposa que se somete puede expresar correcciones a su esposo (en amor), hacer peticiones e incluso enseñarle.
4) La sumisión significa ser invisible
La mujer que honra a DIOS hace uso de todos sus talentos y habilidades para la gloria de su Creador y el bien de su hogar. Ella nunca pasa desapercibida.
La sumisión significa valor inferior
De la misma manera que el vice-presidente no es inferior en dignidad o valor que el presidente, así la esposa no es inferior en dignidad o valor a su esposo. 
5) La sumisión significa olvido personal e inutilidad
La sumisión no significa que la esposa tiene prohibido hacer algo en beneficio personal o de otros. Ella puede involucrarse en áreas de servicio o ministerio fuera del hogar.
6) La sumisión debe ser demandada por el esposo
Seguramente muchos hemos escuchado a algún esposo decir a su esposa “Debes sujetarte a mí, porque la Biblia lo dice”. Las Escrituras no enseñan que el esposo debe demandar fuertemente la sumisión de su esposa. En cambio, se espera que la mujer se sujete de forma voluntaria y amorosa.
7) La sumisión bíblica da lugar a rudeza o violencia
La Biblia nunca aprueba la rudeza o la violencia dentro del hogar. Toda intimidación que se utiliza como expresión de poder y control es una muestra de egoísmo, no de liderazgo bíblico. Frases ofensivas, acusaciones constantes o intentos de causar vergüenza a la esposa son evidencias de un liderazgo ejercido en la carne, no en el poder del Espíritu Santo. Toda mujer que está sufriendo violencia doméstica debe buscar ayuda inmediata para salir de esa situación.
Al caminar en obediencia a la Palabra de DIOS y ser llena del Espíritu Santo, verá posible llevar a cabo ese rol que ha recibido de su Creador. Cristo se sujetó al Padre y cumplió la misión de redimir a un pueblo que ahora se sujeta a la voluntad de DIOS en el poder del evangelio.
Dios les bendiga abundantemente.

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