domingo, 15 de octubre de 2017

Leyendo... Salmo 24


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LECTURA DIARIA:
Salmo 24

Dado que "de Jehová es la tierra", no somos más que mayordomos o administradores. 
Nuestro compromiso debería ser administrar adecuadamente este mundo y sus recursos. Pero no debemos consagrarnos demasiado a ninguna cosa creada ni actuar como únicos propietarios porque este mundo pasará (1 de Juan 2.17) Este salmo pudo haber sido escrito para celebrar el traslado del arca del pacto desde la casa de Obed-edom hasta Jerusalén (2 de Samuel 6.10-12). 
Los versículos 1-6 nos dicen quién es digno de unirse en tal celebración de adoración. 
Jurar con engaño significa mentir bajo juramento. La deshonestidad surge con mucha facilidad, sobre todo cuando la veracidad total puede costarnos algo, hacernos sentir incómodos o colocarnos en una posición desfavorable. 
Sin honestidad (pureza), se vuelve imposible una relación con Dios. Si mentimos a otros, comenzamos a engañarnos a nosotros mismos. Dios no puede oírnos ni hablarnos si levantamos un muro de autoengaño. 
El Rey de gloria, identificado además como Jehová de los ejércitos o comandante de las fuerzas celestiales, es el eterno, santo y poderoso Mesías. Este salmo es una mirada a la futura entrada de Cristo en la nueva Jerusalén para reinar para siempre. 
Este salmo, a menudo cantado con música, probablemente era utilizado en la adoración colectiva. Pudo haber sido representado muchas veces en el templo. La gente que permanecía afuera pediría que las puertas del templo se abrieran para permitir que el Rey de Gloria entrara. Este intercambio después se repetía, y las puertas del templo se abrían de par en par, simbolizando el deseo del pueblo de tener la presencia de Dios entre ellos.

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