lunes, 23 de octubre de 2017

Un momento... EL LLAMADO DE DIOS PARA LA MUJER

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UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
EL LLAMADO DE DIOS PARA LA MUJER

En la descripción de la creación de Génesis 1, la primera palabra de DIOS acerca del tema del hombre y la mujer es que fueron creados igualmente a la imagen de DIOS (versículo 27). 
Ninguno de los dos recibió más de la imagen de DIOS que el otro. Entonces, la Biblia comienza con la igualdad de los sexos. Como personas, como seres espirituales delante de DIOS, los hombres y las mujeres son absolutamente iguales.
En Génesis 2, hay una descripción más detallada de la creación de los dos seres humanos en igualdad que revela diferencias en sus funciones y responsabilidades dadas por DIOS. 
DIOS no creó al hombre y a la mujer al mismo tiempo, sino que creó a Adán primero y más tarde a Eva con el propósito específico de ser la ayudante de Adán. Eva era igual a Adán, pero a ella se le dio el papel y el deber de someterse a él. Aunque la palabra “ayuda” lleva connotaciones muy positivas, describe a alguien en una relación de servicio a otro. La responsabilidad de las esposas de someterse a sus maridos, entonces, era parte del plan desde la creación, aún antes de la maldición. 
A lo largo del Antiguo Testamento, las mujeres estaban activas en la vida religiosa de Israel, pero generalmente no eran líderes. 
Mujeres como Débora (Jueces 4) fueron claramente la excepción y no la regla. Ya en la época de Jesús, en medio de las culturas griega, romana, y judía que veían a las mujeres casi al nivel de posesiones, Jesús mostró amor y respeto por las mismas. Aunque los rabinos judíos no enseñaban a mujeres y el Talmud judío decía que era mejor quemar el Torá que enseñárselo a una mujer, Jesús nunca tomó la posición de que las mujeres, por su misma naturaleza, no podían entender verdad espiritual o teológica. 
Él no sólo las incluyó sino que también usó ilustraciones e imágenes que les serían familiares (Mateo 13.33; 22.1-2; 24.41; Lucas 15.8 -10); y específicamente aplicó Su enseñanza a ellas (Mateo 10.34 en adelante). 
A la mujer samaritana en el pozo (Juan 4), le reveló que Él era el Mesías y discutió con ella temas tales como la vida eterna y la naturaleza de la verdadera adoración. Él también le enseñó a María y, cuando fue amonestado por Marta, señaló la prioridad de aprender verdad espiritual aún sobre responsabilidades “femeninas” tales como servir a invitados en el hogar propio (Lucas 10.38)
Después de Su resurrección, Jesús apareció primero a María Magdalena; y la envió a anunciar Su resurrección a los discípulos (Juan 20.1-18), a pesar del hecho de que a las mujeres no se les permitía ser testigos en las cortes judías porque eran consideradas mentirosas.
En el trato de Jesús a las mujeres, Él elevó su posición en la vida y les mostró compasión y respeto de una manera que ellas nunca habían conocido. Esto demostró su igualdad. No obstante, al mismo tiempo, Jesús no exaltó a las mujeres a un lugar de liderazgo por encima de los hombres.
Ante los ojos de DIOS, la mujer tiene un gran valor. No por ser mujer es menos importante en el trabajo para su reino, sino que son un instrumento preciado para colaborar en su obra. 
La Biblia es muy clara cuando dice que "todos los que habéis sido bautizado en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre, no hay varón ni mujer; porque todo vosotros sois uno en Cristo Jesús" (Gálatas 3.27-28). Por lo tanto, ante Dios, todo somos iguales, trabajando cada uno en lo que Él nos ha llamado a hacer, según su rol.
DIOS creó a la mujer con inteligencia, fuerza y valentía. Además, la preparó para que desempeñara su llamado con excelencia. 
Dios los bendiga abundantemente.

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