martes, 26 de septiembre de 2017

Un momento... OBEDIENCIA A MEDIAS ES DESOBEDIENCIA

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UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
OBEDIENCIA A MEDIAS ES DESOBEDIENCIA

Cuando se hace un examen de selección múltiple se debe cuidar que todas las alternativas contengan medias verdades excepto una que es 100% verdad. 
Aun cuando las alternativas para seleccionar sean 99.9% verdad y solo el 0.09% es falso, la alternativa es 100% falso. 
De igual manera, la obediencia que pide DIOS de sus hijos no permite obediencia a medias, porque esta sigue siendo desobediencia. 
Todo aquel que asiste al templo por religiosidad, el que ofrenda de mala gana, el que hace el ministerio solo por obligación, es más, hace lo que se le ha encomendado sin amor, este no es aceptado por DIOS, no tiene valor, no agrada a DIOS. 
Hacer un ministerio por rutina, a la fuerza, de mala gana, por intereses, para sobresalir, para lucirse, o a medias, es total desobediencia y obedecer a medias es pecado, y el pecado desagrada a DIOS.
En la vida hay diferentes formas de desobedecer que en algunas ocasiones no las vemos como desobediencia. Por ejemplo, obediencia a media es desobediencia. Obediencia a la fuerza es desobediencia. Hacer las cosas no para agradar a DIOS sino para complacer intereses personales, es desobediencia. Hacer las cosas con orgullo, enojo, odio, arrogancia, es desobediencia y hacer un trabajo incompleto cuando se nos ha ordenado hacerlo completo equivale a desobediencia, llegar tarde cuando se nos ha dicho que lleguemos temprano es desobediencia, etc.
Si esto es así, probablemente todos hemos sido desobedientes, o casi todos solemos ser desobedientes. 
Cuando no se hace lo que se debe hacer, es desobedecer y la desobediencia en todos los tiempos y en todos los lugares es una acción que se disciplina.
Josué, fue un excelente líder y estratega militar. Él siguió el mismo estilo de liderazgo de su antecesor Moisés. DIOS lo apoyó y lo respaldó como lo hizo con Moisés, así lo prometió y así lo cumplió. “Así como estuve con Moisés, así estaré contigo”. DIOS le dijo a Josué tres cosas en el capítulo uno, conquista la tierra, lleva al pueblo a la tierra y distribuye la tierra entre las doce tribus de Israel. Josué solo debía, creer en DIOS, creerle a DIOS, esforzarse en hacer exactamente eso que DIOS le había mandado hacer y regirse a las instrucciones de la Palabra de DIOS. En resumen, lo único que Josué debía hacer era obedecer, eso sí, la obediencia debía ser total, sin embargo, luego de la gran victoria de Jericó narrada en Josué capítulo 6, tuvo la derrota de Hai, DIOS había dado instrucciones precisas, pero un hombre del pueblo no las cumplió, desobedeció, y eso trajo la derrota. (Josué 7)
Todo lo que se hace a medias, o aquello que le falta algo, en todos lados es incompleto. 
A DIOS le desobedecemos cuando nos creemos competentes o libres para tomar decisiones sin consultarle a Él antes. 
A DIOS le desobedecemos cuando nos consideramos incompetentes para enfrentar al enemigo olvidando las promesas de DIOS. 
La autosuficiencia y la incompetencia son dos actitudes pecaminosas, es falta de fe en DIOS, es desobedecer a DIOS. Josué hizo el trabajo a medias, y aunque hizo un excelente trabajo, su debilidad fue tomar decisiones sin preguntar a DIOS, es la debilidad de autosuficiencia o extremada confianza en sí mismo, puede ser hasta arrogancia.
La dependencia de DIOS en todo momento nos hace competentes para la tarea que tengamos que cumplir, no olvidemos nunca que sin Él nada podemos hacer.
Dios les bendiga abundantemente.

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