viernes, 15 de septiembre de 2017

Un momento... EL PELIGRO DE NO TEMER A DIOS

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UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
EL PELIGRO DE NO TEMER A DIOS
Proverbios 2. 13 – 22.

En las meditaciones anteriores mencionamos que la sabiduría como una persona está en las calles, parques, esquinas, y mercados gritando e invitando a que se acerquen a ella y se apropien de ella por medio de entregar el corazón a Jesús. 
No olvidemos que Proverbios 1.7 dice que el inicio de la sabiduría es el temor de DIOS. En otras palabras, una persona obtiene la sabiduría divina, la que bien de arriba, la que da DIOS, y que nos ayuda a vivir sabiamente cada día, en el momento de creer en Jesús, pero se necesita obediencia y dependencia de DIOS para que el Espíritu nos ayude a ser sabios en toda nuestra manera de vivir. Hay muchos beneficios para aquellos que deciden por dejarse guiar por el Espíritu. Se aprende a tomar mejores decisiones, a saber hablar, a saber escuchar, y a saber actuar.
Sin embargo, hay una nota de alerta por el peligro para todos los que rechazan la sabiduría de DIOS. Estos versículos advierten a los que rechazan o dejan el camino de la sabiduría para andar por caminos torcidos, los que se alegran haciendo el mal y en vivir controlados por los vicios (v.13-15). Es increíble, pero los que tienen la sabiduría de DIOS, son librados de ser infiel a DIOS y a la familia (v.16), de la mujer extraña o ajena porque cuando se falla en esto, se encamina a la muerte (v.17-19).
Un hombre o una mujer sin el temor de DIOS es presa fácil de las mujeres y de los hombres que no temen a DIOS. Ese es el peligro que corre todo aquel o aquella que aunque ya tenga a Cristo en su corazón y la sabiduría de DIOS, pero si no permite que el Espíritu lo controle, si no inicia el día en dependencia de DIOS, si no permanece todo el día controlado por el temor de DIOS; corre peligro por las mujeres o los hombres que no temen a DIOS y que no temen hacer las cosas malas, y no les importa hacerla con aquellos que son hijos de DIOS.
Los versículos 20 al 22, dicen que muy diferente es el andar de quienes temen a DIOS. Ellos andan en los caminos buenos, en las veredas de los justos. Quien anda en las cosas que agradan a DIOS, evitaran andar en los caminos malos y peligrosos. 
La misma sabiduría de DIOS les hará cambiar de camino, evitar ciertas cosas, esperar el tiempo adecuado, apartarse de ciertas personas, y hablar solo cuando es necesario y con propósitos edificativos. 
Para los que temen a DIOS hay una promesa que traspasa el presente, porque se les promete que habitaran en una ciudad celestial, tienen la promesa de la vida eterna; más para los impíos que rechazan a Jesús, nunca podrán estar con Cristo.
Cuando aplicamos esta promesa a los rectos de corazón; podemos decir que se aplica a la vida eterna con Cristo cuando vivamos con él, en el cielo, luego en la tierra eternamente, en una tierra y un cielo transformado, en la ciudad celestial que vendrá del cielo. 
Es una promesa para los temerosos de corazón, pero el castigo es claro para los que rechazan a Jesús, no podrán estar allí. 
¿Está listo para estar con Cristo para siempre? ¿Rechaza o ya tiene la sabiduría de DIOS?
Dios les bendiga abundantemente.

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