domingo, 10 de septiembre de 2017

Leyendo... Job capítulo 32


La imagen puede contener: 1 persona, texto y exterior
LECTURA DIARIA:
Job capítulo 32

Cuando Elifaz, Bildad y Zofar no tuvieron ya nada que decir, Eliú se convirtió en la cuarta persona en hablar a Job. Fue la primera y única vez que habló. 
Eliú, que hasta este momento había permanecido callado, quizás porque era el más joven de todos, se dirige a Job. Eliú procedía de Buz, es decir, era arameo o edomita.
Estaba disgustado con los tres hombres porque no habían descubierto el motivo de los sufrimientos de Job, aunque lo habían condenado; y se encendió en ira con Job a causa de su autosuficiencia por cuanto se justificaba a sí mismo más que a Dios.
Aparentemente era un espectador y era mucho más joven que los demás, pero presentó un nuevo punto de vista. Mientras que los tres amigos dijeron que Job estaba sufriendo por un pecado pasado, Eliú dijo que el sufrimiento de Job no se iría sino hasta que se diera cuenta de su pecado presente. Según Eliú, Job no estaba sufriendo debido al pecado, sino que estaba pecando debido al sufrimiento. Dijo que la actitud de Job se había vuelto arrogante al tratar de defender su inocencia. También dijo que el sufrimiento no intenta castigarnos sino corregirnos y restaurarnos para mantenernos en el buen camino.
Eliú comienza su primer discurso con una extensa apología.
Si Job era realmente un buen hombre, sus tres amigos tendrían que renunciar a su teoría de que el sufrimiento siempre es un castigo de Dios por las malas acciones. Pero en lugar de considerar otro punto de vista, interrumpieron la discusión. Estaban convencidos de que Job tenía alguna falla o pecado oculto, así que no había nada más que hablar si él no confesaba su pecado. 
Pero Job sabía que había vivido correctamente ante Dios y los demás (capítulo 29) y había evitado tener pensamientos y acciones malos (capítulo 31). 
Hay mucha verdad en el discurso de Eliú. Estaba exhortando a Job para que viera su sufrimiento desde una perspectiva diferente y con un propósito mayor en mente. Si bien su discurso tenía un nivel mucho más espiritual que los otros, Eliú continuaba equivocado al pensar que una respuesta correcta ante el sufrimiento siempre llevaba a la sanidad y restauración y que el sufrimiento siempre está conectado de alguna manera al pecado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario