Leyendo... Job capítulo 33

LECTURA DIARIA:
Job capítulo 33

En estilo directo, Eliú invita a reconsiderar su situación y a no jactarse de su supuesta inocencia. En realidad, como hombre no puede entender los caminos de Dios. El hablar de Eliú se caracteriza por su franqueza, no exenta de rudeza.
De nuevo reitera su sinceridad y buena voluntad en las afirmaciones que va a asentar para convencer a Job. Eliú quiere destacar su rectitud de intención al hablar y la franqueza con que va a abordar el problema.
Job había pedido la intervención definitiva de Dios como juez para resolver su querella; ahora, en cambio, Eliú le invita a hablar con él de igual a igual, ya que ambos son mortales, pues están hechos del barro, y, en consecuencia, nada debe temer de él, ambos proceden de Dios y son mantenidos por su espíritu en la vida. 
Job se había quejado de que Dios le afligía contra toda justicia. Eliú recoge sus protestas de inocencia y abiertamente le dice que en ello no tiene razón, pues Dios, que es mucho más grande que el ser humano no tiene obligación de responder a las querellas que éste le plantea. El mismo Job había declarado que Dios responde una vez por cada mil que se le interrogue.
Una nueva idea teológica se introduce en el diálogo, la enfermedad es un correctivo enviado por Dios para detenerle en la pendiente del mal y hacerle reflexionar para volver al buen camino. 
El enfermo entonces será el primero en reconocer su pasado pecaminoso y en dar gracias al Todopoderoso por no haberle dado la muerte, que merecía por sus transgresiones, le ha liberado de pasar por el canal que lleva del sepulcro a la región de los muertos. Como consecuencia ha recuperado la salud, viendo de nuevo la luz. La enfermedad, pues, puede ser el camino de volver a la amistad divina y, en consecuencia, para recuperar su protección, disfrutando de la luz de los vivientes.
Eliú pide encarecidamente a Job que le preste atención, pues sus palabras le inducirán a reflexionar y emprender el camino del retorno a Dios, que supone reconocimiento del pasado pecaminoso y esperanza de rehabilitación total. En realidad está deseando que Job se justifique plenamente ante Dios y ante la sociedad.