sábado, 2 de septiembre de 2017

LEYENDO... Job capítulo 24


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LECTURA DIARIA:
Job capítulo 24

Job nota que no es la única persona con problemas sobre la tierra
Job se queja contra las violencias que Dios permite que ocurran en el mundo, tales como la opresión del inocente y la persecución de los indefensos por los malvados. Llama la atención sobre los criminales y adúlteros que actúan en la sombra y parecen escapar a la justicia expedita; de hecho, parece como si Dios les ofreciera protección. Es como si sus sufrimientos le hubiesen hecho más sensible ante las penas humanas. En realidad, Job discurre sobre la antigua cuestión: ¿Cómo puede un Dios justo permitir que el incrédulo prospere? Y, ¿por qué tarda tanto su castigo?
Es un retrato conmovedor; pero aparentemente no conmueve a Dios porque no presta ninguna atención al clamor de los pobres. Job no está pensando sencillamente en sí mismo sino en cómo el mundo en general es gobernado por Dios. Parte de esta sección es tan distinta al argumento de Job que parece que en vez de Job estuvieran hablando sus amigos. Son los amigos los que dicen que los culpables no son más que espuma veloz sobre la superficie de las aguas, que el mundo de los muertos pronto los arrebata, que pronto son olvidados, que por más importantes que parezcan, serán pronto cortados como las espigas.

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