sábado, 16 de septiembre de 2017

Leyendo... Job capítulo 38


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LECTURA DIARIA:
Job capítulo 38

Los argumentos de los cuatro hombres son silenciados por la voz de Dios, quien responde desde un torbellino. El Señor compara su omnipotencia con la impotencia de Job. Lo hace describiendo la grandiosidad de la Tierra, la majestuosidad de los cielos y los insondables misterios de la vida animal. Entonces invita directamente a Job a responderle.
Dios habló desde un torbellino o una tremenda tormenta. Sorprendentemente, no respondió ninguna de las preguntas de Job. Las preguntas de Job no estaban en el corazón del asunto. Por el contrario, Dios utilizó la ignorancia de Job acerca del orden natural de la tierra para revelar su ignorancia del orden moral de Dios. Si Job no podía entender la manera de trabajar de la creación física de Dios, ¿cómo podría comprender el carácter y la mente de Dios? No existe un criterio o punto de vista mayor que el de Dios por el cual se pueda juzgar. Dios mismo es el estándar. 
Dios intenta convencer a Job de varias verdades teológicas importantes, el Señor creó la Tierra y la rige justiciera y compasivamente. Aunque es Señor de todo lo que existe, se preocupa de Job más que del resto de la creación.
Dios dijo que El estaba reservando los depósitos de nieve y granizo para tiempos de problemas y guerras. Dios usó el granizo para ayudar a que Josué y los israelitas ganaran una batalla. Así como los ejércitos guardan sus armas en el depósito de armas, Dios tiene todas las fuerzas de la naturaleza bajo su control. Algunas veces las usa para confundir a los que se oponen a El o a su pueblo. Job ni siquiera podía empezar a conocer todos los recursos de Dios.
Dios dijo que tenía todas las fuerzas de la naturaleza bajo su mando y que podía desatarlas o reprimirlas a voluntad. Nadie puede comprender completamente hechos tan comunes como la lluvia o la nieve, y nadie puede mandarlas. Sólo Dios, quien las creó, tiene ese poder. El punto de Dios era que si Job no podía explicar esos hechos tan comunes de la naturaleza, ¿cómo podría explicar o cuestionar a Dios? Y si la naturaleza está más allá de lo que podemos entender, los propósitos morales de Dios tampoco son lo que nos imaginamos.

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