miércoles, 20 de septiembre de 2017

Leyendo... Job capítulo 42


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LECTURA DIARIA:
Job capítulo 42

Las demandas de Job se convierten en adoración. A diferencia de su primera respuesta, que en realidad fue una negativa a responder, este discurso resuelve la disputa de Job con Dios. Porque Job reconoce el derecho de Dios de hacer lo que hace y, aunque Job no lo dice, aun al extremo de causar sufrimiento a una persona inocente. Así que lo que es nuevo acerca del conocimiento de Job de que todo lo puedes no es que Dios es todopoderoso, sino que tiene un propósito en cualquier cosa que hace. El sufrimiento de Job tiene sentido para Dios, aunque Dios no se lo ha explicado ni justificado de manera alguna. El error de Job ha sido reclamar una respuesta al problema del sufrimiento, lo que viene a ser meterse en un área que escapa la comprensión humana, dije cosas que no entendía, cosas demasiado maravillosas para mí. Job recibe su reivindicación de Dios, pero más importante para Job es el hecho de que por medio de su clamor pidiendo una confrontación con Dios se ha encontrado realmente cara a cara con Él. Que Dios haya roto el silencio y hablado con Job es mejor que cualquier reivindicación. 
La experiencia personal de Dios trasciende el sufrimiento. Job todavía sufre, todavía se encuentra sobre el montículo de cenizas, pero su amargura ha sido aliviada y su tensión resuelta por su encuentro con Dios.
Dios recalca a los amigos que es Job, no ellos, quien ha sido verdaderamente su siervo, y que es Job, y no ellos, quien ha hablado lo recto acerca de Él. Los que se habían sentido superiores a Job son los que ahora necesitan ser perdonados; y Job no sólo es reivindicado delante de ellos sino que se convierte en su defensor. 
Dios reivindica también públicamente a Job, sus bienes son restaurados en doble porción. El consuelo que Job ha recibido de su encuentro con Dios se ve enriquecido por el consuelo que recibe de sus parientes. Su muerte en la ancianidad, lleno de años, es la bendición final de Dios. Ello subraya el tema central del libro de Job: Dios es soberano, y sus caminos son insondables.

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