UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
CONFÍALE TU VIDA A DIOS
“Ustedes se propusieron hacerme mal, pero Dios dispuso todo para bien.” (Génesis 50. 20)
“Pues estoy a punto de hacer algo nuevo. ¡Mira, ya he comenzado! ¿No lo ves? Haré un camino a través del desierto; crearé ríos en la tierra árida y baldía.” (Isaías 43.19).
Todos tenemos áreas en nuestra vida que nos gustaría que DIOS cambiara, eventos del pasado o del presente que nos gustaría que fueran borrados de nuestra memoria o que simplemente no hubieran ocurrido, alguna limitación física, algún rasgo de nuestro carácter o personalidad o hasta algún hábito con el que terminamos cometiendo el mismo pecado una y otra vez.
Más de una vez nos hemos preguntado ¿cuándo escuchará DIOS esta petición de mi corazón y me contestará?
Solemos tener nuestra mirada en lo que tenemos en frente, la gente se deja llevar más por las acciones que por las motivaciones que hay detrás, nuestras emociones nos nublan la vista y nuestra desesperación nos roba nuestra paz. La historia de cómo DIOS trabajó “tras bambalinas” en la vida de José para cumplir un propósito mucho mayor a cualquiera que él pudiera tener debería animarnos y fortalecer nuestra fe.
José terminó su vida sano, restaurado, cerca de su padre, viendo la fidelidad de DIOS y reconociéndolo como el autor de todo lo que había sucedido en su vida, no solamente lo bueno sino también como quien tomó un inicio desalentador y lleno de maldad para encaminarlo a un bien lleno de bendiciones y prosperidad.
“Ustedes se propusieron hacerme mal, pero Dios dispuso todo para bien.” Esta frase resume bastante bien la vida de José y encierra toda la soberanía y misericordia de DIOS en unas cuantas palabras.
La Biblia dice en Romanos 9.16 y dice: “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.”
Todo lo que sucede en nuestra vida no depende de nada ni de nadie sino solamente de la misericordia de DIOS. Otros podrán tener otras intenciones para nosotros, el enemigo creerá que ganó algunas batallas en nuestra vida y en la fila para ser usados por el Señor a nuestra manera de ver habrá otros “más capaces y más cristianos” antes que nosotros pero al final no depende de nada ni de nadie más lo que pase en nuestras vidas sino solamente de la inmensa e infinita misericordia de nuestro Salvador. Él nos irá a sacar de cualquier línea de espera, consolará nuestras tristezas, vendará nuestras heridas, volverá a darnos vida.
No nos dejará tirados junto al camino, cada oración que hemos dicho ¡Él la conoce y la recuerda! Nuestras palabras no se han perdido en el aire ni nuestras causas han sido olvidadas, ¡Él está trazando y cumpliendo un plan perfecto en nuestra vida y nos sorprenderá una vez más!
Lo que los hermanos de José, la esposa de Potifar, Potifar o el copero pensaron e hicieron contra él no alteró en ninguna manera el plan de DIOS para su vida.
Nada puede separarte del amor de tu Señor, solamente que tú voluntariamente quieras ignorarlo, y aún cuando decidas ignorarlo Él te seguirá amando y buscando hasta el último día de tu vida.
Deja todas tus oraciones no contestadas y la ansiedad que estas te generan en sus manos, dale lugar a su soberanía, decide creer que lo mejor que puede pasarte es lo que Él en su amor y misericordia está permitiendo en este momento y en lugar de resentirte o verlo de lejos abrázalo con mayor fuerza e insistencia que nunca antes, búscalo, pasa minutos adorándolo, agradeciéndole todo lo que sí tienes, disfrutando las bendiciones que hoy son una realidad en tu vida.
El mismo DIOS de José es hoy tu Señor, el autor de Hebreos en el capítulo 13 menciona que Jesucristo es el mismo ayer, y hoy y por los siglos. ¡La fidelidad, amor y cuidado que mostró hace cientos de años a José está disponible hoy para ti! ¿Harás tú también de Él tu Señor?
Dios les bendiga abundantemente.
CONFÍALE TU VIDA A DIOS
“Ustedes se propusieron hacerme mal, pero Dios dispuso todo para bien.” (Génesis 50. 20)
“Pues estoy a punto de hacer algo nuevo. ¡Mira, ya he comenzado! ¿No lo ves? Haré un camino a través del desierto; crearé ríos en la tierra árida y baldía.” (Isaías 43.19).
Todos tenemos áreas en nuestra vida que nos gustaría que DIOS cambiara, eventos del pasado o del presente que nos gustaría que fueran borrados de nuestra memoria o que simplemente no hubieran ocurrido, alguna limitación física, algún rasgo de nuestro carácter o personalidad o hasta algún hábito con el que terminamos cometiendo el mismo pecado una y otra vez.
Más de una vez nos hemos preguntado ¿cuándo escuchará DIOS esta petición de mi corazón y me contestará?
Solemos tener nuestra mirada en lo que tenemos en frente, la gente se deja llevar más por las acciones que por las motivaciones que hay detrás, nuestras emociones nos nublan la vista y nuestra desesperación nos roba nuestra paz. La historia de cómo DIOS trabajó “tras bambalinas” en la vida de José para cumplir un propósito mucho mayor a cualquiera que él pudiera tener debería animarnos y fortalecer nuestra fe.
José terminó su vida sano, restaurado, cerca de su padre, viendo la fidelidad de DIOS y reconociéndolo como el autor de todo lo que había sucedido en su vida, no solamente lo bueno sino también como quien tomó un inicio desalentador y lleno de maldad para encaminarlo a un bien lleno de bendiciones y prosperidad.
“Ustedes se propusieron hacerme mal, pero Dios dispuso todo para bien.” Esta frase resume bastante bien la vida de José y encierra toda la soberanía y misericordia de DIOS en unas cuantas palabras.
La Biblia dice en Romanos 9.16 y dice: “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.”
Todo lo que sucede en nuestra vida no depende de nada ni de nadie sino solamente de la misericordia de DIOS. Otros podrán tener otras intenciones para nosotros, el enemigo creerá que ganó algunas batallas en nuestra vida y en la fila para ser usados por el Señor a nuestra manera de ver habrá otros “más capaces y más cristianos” antes que nosotros pero al final no depende de nada ni de nadie más lo que pase en nuestras vidas sino solamente de la inmensa e infinita misericordia de nuestro Salvador. Él nos irá a sacar de cualquier línea de espera, consolará nuestras tristezas, vendará nuestras heridas, volverá a darnos vida.
No nos dejará tirados junto al camino, cada oración que hemos dicho ¡Él la conoce y la recuerda! Nuestras palabras no se han perdido en el aire ni nuestras causas han sido olvidadas, ¡Él está trazando y cumpliendo un plan perfecto en nuestra vida y nos sorprenderá una vez más!
Lo que los hermanos de José, la esposa de Potifar, Potifar o el copero pensaron e hicieron contra él no alteró en ninguna manera el plan de DIOS para su vida.
Nada puede separarte del amor de tu Señor, solamente que tú voluntariamente quieras ignorarlo, y aún cuando decidas ignorarlo Él te seguirá amando y buscando hasta el último día de tu vida.
Deja todas tus oraciones no contestadas y la ansiedad que estas te generan en sus manos, dale lugar a su soberanía, decide creer que lo mejor que puede pasarte es lo que Él en su amor y misericordia está permitiendo en este momento y en lugar de resentirte o verlo de lejos abrázalo con mayor fuerza e insistencia que nunca antes, búscalo, pasa minutos adorándolo, agradeciéndole todo lo que sí tienes, disfrutando las bendiciones que hoy son una realidad en tu vida.
El mismo DIOS de José es hoy tu Señor, el autor de Hebreos en el capítulo 13 menciona que Jesucristo es el mismo ayer, y hoy y por los siglos. ¡La fidelidad, amor y cuidado que mostró hace cientos de años a José está disponible hoy para ti! ¿Harás tú también de Él tu Señor?
Dios les bendiga abundantemente.
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