UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
¡ANÍMATE DIOS SIGUE AHÍ!
“Y ellos le contaron todas las palabras de José, que él les había hablado; y viendo Jacob los carros que José enviaba para llevarlo, su espíritu revivió. Entonces dijo Israel: Basta; José mi hijo vive todavía; iré, y le veré antes que yo muera”. (Génesis 45. 27 – 28)
“A cada uno le dio ropa nueva…También le envió a su padre diez burros cargados con los mejores productos de Egipto, y diez burras cargadas con grano, pan y otras provisiones que necesitaría para el viaje.” (Génesis 45. 22 – 23).
Algo que no puedo pasar por alto es el corazón de DIOS detrás de las bendiciones que estaban recibiendo los hermanos de José.
Ellos eran culpables de causarles mal a José y a su padre y cuando el momento de recibir juicio y castigo llegó DIOS a través de José los perdonó y comenzó un proceso de restauración de su corazón. Estos hombres que llegaron a Egipto llenos de culpa, incertidumbre sobre la vida de su hermano que habían dejado preso y miedo de ser acusados de algo más estaban saliendo perdonados y llenos de riquezas que les alcanzaría para ellos y sus familias por el resto de sus días. Por si fuera poco iban en camino a darle a su padre una noticia que tenían toda una vida deseando darle: ¡José estaba vivo! Llevaban lo mejor de todo Egipto: Sanidad y restauración para el corazón de su padre.
¡Así es el amor de nuestro DIOS!
Cuando confesamos nuestros pecados e incredulidad y aceptamos su perdón, hay fiesta en el Cielo y bendiciones aquí en la Tierra. No vale la pena ocultar nuestros pecados y vivir llenos de culpa y miseria. DIOS tiene un plan para reconstruir en ti todo lo que tienes miedo que se venga abajo cuando dejes al descubierto tus faltas. Por supuesto habrá consecuencias y tendremos que llenarnos de valor para enfrentarlas pero detrás de estas viene el amor y el perdón que tanto anhelamos y mejor aún, esa carga pesada de culpa se irá para siempre.
“Entonces Jacob exclamó: “¡Debe ser verdad! ¡Mi hijo José está vivo! Tengo que ir y verlo antes de morir”.
Ante nuestros ojos DIOS en las hojas de la Biblia restauró el corazón de una familia entera, trajo sanidad, libertad, perdón y una nueva vida.
El Creador del Universo se toma el tiempo con cada uno de nosotros para formar nuestro corazón, nos lleva a través de experiencias específicas que quiebren la dureza de nuestra incredulidad para que se abran las puertas de par en par de nuestro interior y su vida pueda entrar a limpiar y restaurar todo nuestro ser.
¡Pero no se detiene ahí! Una vez que nos ha formado, decide hacernos parte de sus propósitos eternos y asombrosos.
¿Lo puedes notar? El Creador de todo, aquel a que no le hace falta nada, ¡invierte sus recursos, atención y paciencia en nosotros solamente por amor. ¿Y sabes qué? ¡Tampoco se detiene ahí! La vida que nos da lleva tanta fuerza que comienza a “salpicar” a nuestras familias, amigos, conocidos y a todos aquellos que conviven con nosotros de modo que semillas de vida comienzan a sembrarse en el corazón de ellos también.
¡Anímate y levanta tu mirada, quita tu atención de las circunstancias actuales! No escojas más pensamientos de duda e incredulidad, acepta y cree esta verdad absoluta: DIOS está contigo, formándote para usarte solamente ¡porque te ama!
El mismo DIOS que estuvo con hombres como José, Moisés o David ¡está hoy contigo! Será nuestra determinación de no rendirnos en nuestra fe, nuestra persistencia en buscar su corazón, nuestra perseverancia en obedecerle y su infinita gracia lo que nos lleve a ser parte de sus propósitos y vivir una vida plena y en paz a su lado edificada sobre un corazón restaurado por su amor.
Dios les bendiga abundantemente.
¡ANÍMATE DIOS SIGUE AHÍ!
“Y ellos le contaron todas las palabras de José, que él les había hablado; y viendo Jacob los carros que José enviaba para llevarlo, su espíritu revivió. Entonces dijo Israel: Basta; José mi hijo vive todavía; iré, y le veré antes que yo muera”. (Génesis 45. 27 – 28)
“A cada uno le dio ropa nueva…También le envió a su padre diez burros cargados con los mejores productos de Egipto, y diez burras cargadas con grano, pan y otras provisiones que necesitaría para el viaje.” (Génesis 45. 22 – 23).
Algo que no puedo pasar por alto es el corazón de DIOS detrás de las bendiciones que estaban recibiendo los hermanos de José.
Ellos eran culpables de causarles mal a José y a su padre y cuando el momento de recibir juicio y castigo llegó DIOS a través de José los perdonó y comenzó un proceso de restauración de su corazón. Estos hombres que llegaron a Egipto llenos de culpa, incertidumbre sobre la vida de su hermano que habían dejado preso y miedo de ser acusados de algo más estaban saliendo perdonados y llenos de riquezas que les alcanzaría para ellos y sus familias por el resto de sus días. Por si fuera poco iban en camino a darle a su padre una noticia que tenían toda una vida deseando darle: ¡José estaba vivo! Llevaban lo mejor de todo Egipto: Sanidad y restauración para el corazón de su padre.
¡Así es el amor de nuestro DIOS!
Cuando confesamos nuestros pecados e incredulidad y aceptamos su perdón, hay fiesta en el Cielo y bendiciones aquí en la Tierra. No vale la pena ocultar nuestros pecados y vivir llenos de culpa y miseria. DIOS tiene un plan para reconstruir en ti todo lo que tienes miedo que se venga abajo cuando dejes al descubierto tus faltas. Por supuesto habrá consecuencias y tendremos que llenarnos de valor para enfrentarlas pero detrás de estas viene el amor y el perdón que tanto anhelamos y mejor aún, esa carga pesada de culpa se irá para siempre.
“Entonces Jacob exclamó: “¡Debe ser verdad! ¡Mi hijo José está vivo! Tengo que ir y verlo antes de morir”.
Ante nuestros ojos DIOS en las hojas de la Biblia restauró el corazón de una familia entera, trajo sanidad, libertad, perdón y una nueva vida.
El Creador del Universo se toma el tiempo con cada uno de nosotros para formar nuestro corazón, nos lleva a través de experiencias específicas que quiebren la dureza de nuestra incredulidad para que se abran las puertas de par en par de nuestro interior y su vida pueda entrar a limpiar y restaurar todo nuestro ser.
¡Pero no se detiene ahí! Una vez que nos ha formado, decide hacernos parte de sus propósitos eternos y asombrosos.
¿Lo puedes notar? El Creador de todo, aquel a que no le hace falta nada, ¡invierte sus recursos, atención y paciencia en nosotros solamente por amor. ¿Y sabes qué? ¡Tampoco se detiene ahí! La vida que nos da lleva tanta fuerza que comienza a “salpicar” a nuestras familias, amigos, conocidos y a todos aquellos que conviven con nosotros de modo que semillas de vida comienzan a sembrarse en el corazón de ellos también.
¡Anímate y levanta tu mirada, quita tu atención de las circunstancias actuales! No escojas más pensamientos de duda e incredulidad, acepta y cree esta verdad absoluta: DIOS está contigo, formándote para usarte solamente ¡porque te ama!
El mismo DIOS que estuvo con hombres como José, Moisés o David ¡está hoy contigo! Será nuestra determinación de no rendirnos en nuestra fe, nuestra persistencia en buscar su corazón, nuestra perseverancia en obedecerle y su infinita gracia lo que nos lleve a ser parte de sus propósitos y vivir una vida plena y en paz a su lado edificada sobre un corazón restaurado por su amor.
Dios les bendiga abundantemente.
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