domingo, 11 de junio de 2017

UN MOMENTO... TERMINA LO QUE EMPIEZA

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UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
DIOS TERMINA LO QUE EMPIEZA

“Aunque José reconoció a sus hermanos, ellos no lo reconocieron a él. Entonces recordó los sueños que había tenido acerca de ellos hacía muchos años atrás.” Génesis 42.8 – 9

A diferencia de otras historias de la Biblia la historia de José no gira alrededor de continuas conversaciones entre DIOS y él ni tampoco alrededor de grandes milagros o señales lo cual sí sucedió con hombres antes y después de él. Esta historia se trata del amor de DIOS por un hombre que tenía un corazón asombrosamente fiel y leal a su Creador y también se trata de cómo el Señor siempre está cuidando de cada detalle que sucede en nuestra vida y alrededor de ella. Para José la vida con sus hermanos que lo odiaban y lo vendieron como esclavo había quedado atrás, él estaba ahora viviendo una vida plena y bendecida sin embargo, DIOS no había olvidado a sus hermanos ni a su padre. La obra de restauración que había iniciado en el corazón de José todavía no estaba completa. Y los sueños que había tenido en su juventud todavía no se habían cumplido, el plan de DIOS no había terminado cuando José fue puesto como gobernador, Él seguía trabajando en su padre, sus hermanos y su propio corazón.
El hambre en la tierra se extendió hasta alcanzar a Jacob el padre de José y a sus hermanos así que ellos oyendo que había grano en Egipto fueron a comprar porque la comida se comenzaba a terminar. Nuevamente José se levantó esa mañana pensando que sería un día más y una vez más DIOS lo sorprendió con lo que tenía preparado, entre la multitud de personas que solían ir con él cada día para solicitar su permiso de comprar grano en Egipto de pronto vio a 10 hombres hebreos acercarse a Él y “cuando llegaron, se inclinaron delante de él, con el rostro en tierra.” En ese instante José recordó aquellos sueños que sin escoger tenerlos había tenido un par de noches en su infancia y por los cuales el odio de sus hermanos había crecido en de maneras desproporcionadas. No es que José anhelara que todos se arrodillaran delante de él, aquellos sueños eran fragmentos que DIOS le había revelado del plan que tenía para su vida y tras muchos años de espera, sufrimiento y adversidades ¡Estos sueños se estaban cumpliendo delante de Él! ¡DIOS no había olvidado ningún detalle! 
Así es el Señor conoce lo más profundo de nuestro corazón, los sueños que hemos olvidado ¡Él no lo ha hecho! Lo que nos ha prometido ¡sucederá! Él no miente ni cambia de parecer de manera egoísta y unilateral como lo haríamos nosotros. Una vez más José estaba experimentando de primera mano la fidelidad de su Señor, estaba cosechando nuevos frutos de su fe, viviendo los resultados de no rendirse ni volverse atrás.
Ahora que estaban ahí sus hermanos frente a él ¿qué seguía? Podía negarse a venderles granos, podía ordenar que los encarcelaran de por vida, venderlos como esclavos, arrojarnos a un pozo de agua o hasta matarlos. Pero a diferencia de ellos, en lugar de escoger el camino del odio y la venganza les aclaró: yo soy un hombre temeroso de DIOS. Hacía varios años atrás que José había dejado en manos de DIOS sus planes y sus deseos, ser “temeroso” no es vivir muerto de miedo, sino respetar y honrar, de la manera más alta posible, la voluntad de alguien más. 
Pero José quería saber si el corazón de sus hermanos había cambiado y recreó delante de ellos la misma escena que años atrás había sucedido, los hizo desprenderse de uno de sus hermanos y ver si lo abandonarían y huirían con el grano como hicieron con él o si tendrían el valor pero por sobre todo el amor suficiente para arriesgar sus vidas y volver por su hermano que estaba en la cárcel. 
Los hermanos de José no sabían que él entendía todo lo que hablaban en su lenguaje entre ellos, al escucharlos era claro que llevaban años cargando con la culpa por lo que habían hecho, reconocían haber ignorado su angustia y sabían que merecían castigo por tal acción. Al escucharlos el corazón de José se quebró y apartado de ellos comenzó a llorar. El corazón de José estaba recibiendo olas y olas de sanidad que lo refrescaban y restauraban. Las historias que por años no tuvieron respuesta y había tratado de olvidar e ignorar ¡comenzaban a aclararse delante de Él! Esos sueños eran la voluntad de DIOS, lo que sus hermanos habían hecho no era más que DIOS permitiendo los eventos que serían necesarios para que José fuera formado y llegara a cumplir con la voluntad de DIOS. 
¡DIOS tiene planes mucho más grandes, profundos y sorprendentes de lo que creemos! La historia de José era precisamente eso ¡la historia personal de la experiencia de un hombre con su Señor! 
Fuimos creados para tener una relación personal con DIOS y ser usado para sus propósitos y planes eternos. 
DIOS se toma muy en serio el pacto que hizo contigo cuando le entregas te tu corazón para que fuera tu Señor y Salvador, él no dejará nada inconcluso, cada herida la sanará en ti, cada sueño que te ha dado te permitirá verlo hecho realidad en tu vida, cada promesa la cumplirá y cuando seas llamado a estar a su lado podrás concluir y decir entre tus últimas palabras aquí en la tierra que ciertamente DIOS fue fiel, cumplió todo lo que te prometió.
Dios les bendiga abundantemente.

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