UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
TENIENDO UNA RELACIÓN PERSONAL CON DIOS
“Y habló Dios a Israel en visiones de noche, y dijo: Jacob, Jacob. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender a Egipto, porque allí yo haré de ti una gran nación”. (Génesis 46. 2, 3)
Muchas veces hemos escuchado las historias de los “famosos” de la Biblia cuando pasaban por sus experiencias más emocionantes: David mató a Goliat, Moisés levantó su vara y se abrió el mar, el arca de Noé, Daniel con los leones y claro José el Soñador.
Estos hombres tenían experiencias como estas cada día era como si fueran súper héroes que hablaban con DIOS cara a cara y tenían el poder de DIOS para hacer milagros.
Cuando comparamos la vida de estos hombres contra nuestras vidas, muchos nos sentimos tan lejos de llegar a ser como ellos.
Vivimos esperando que un día suceda un evento milagroso y sobrenatural en el que con un toque de DIOS recibamos este poder para caminar sobre las aguas, sanar enfermos, etc.
Pero cuando nos sentamos a leer la Biblia despacio y con detenimiento nos damos cuenta que hay mucho más en estas historias.
Lo primero que descubrimos es que el énfasis principal de estas historias no son estos hombres sino el DIOS amoroso, poderoso, leal e impresionante que los respaldaba y lo siguiente es que el Señor tenía una relación personal, única e irrepetible con cada uno de estos hombres.
¡DIOS es tan creativo que no hace nada igual! Él quiere tener una relación con cada uno de nosotros como la que nunca ha tenido con otro ser humano en la historia ni la tendrá después.
DIOS nos habla a todos, el tema es que lo hace de maneras muy diferentes. Algunas de estas maneras se han hecho más populares por este gusto que tenemos las personas de tener experiencias “místicas” o “mágicas”. Todos quisiéramos o que nos hablara en sueños, visiones, o con una voz audible o que se nos apareciera un ángel.
Y ya si ninguna de las anteriores nos pasa quisiéramos que “al menos” que DIOS usara a algún pastor o predicador conocido para que a la mitad de su sermón se detenga, y nos señale para decirnos: “esto dice DIOS para ti”.
Si por nosotros fuera así escogeríamos que nos hablara DIOS siempre.
Pero recuerda, DIOS tiene una relación única para cada persona.
¿Cuántas veces enseña la Biblia que DIOS le habló a José a través una voz audible, un ángel, una visión o en persona? Porque aunque algunos dirán: “¿qué hay de los sueños?” lo cierto es que en esos sueños ¡tampoco tuvo DIOS una conversación directa con Él! Y fuera de un par de sueños en su adolescencia el resto de los sueños los soñó alguien más.
DIOS, si le habló en una visión a Jacob el padre de José y tuvo una conversación con Él. ¿Es que acaso amaba DIOS más a Jacob que a José?, incluso después de José vino la historia de Moisés que estuvo impregnada de conversaciones entre DIOS y Moisés.
Pero DIOS nos habla a todos, ¡el tema es que lo hace de maneras muy diferentes! ¡No te compares!
“—Yo soy Dios, el Dios de tu padre —dijo la voz—. No tengas temor de descender a Egipto, porque allí haré de tu familia una gran nación. ” Jacob tuvo una visión en su juventud donde vio una escalera iniciando en el Cielo y terminando en la Tierra por la cual subían y bajaban ángeles, ¿qué hubiera pasado si José hubiera esperado que su relación con DIOS fuera igual que la de su padre?
¡No te compares! Tal vez DIOS quiere hablarte a través de un mensaje que siembra en tu corazón, tal vez en alguna etapa de tu vida use a tus padres o pastores y después atraiga tu corazón mediante su Palabra y más adelante también utilice a tu esposa/o para decirte lo que quiere de ti. Lo importante no es la manera en que DIOS te hable sino el simple hecho de que DIOS el Creador del Universo te está hablando.
Tan solo con saber que Él me habla, quiere tener una relación personal conmigo y quiere usarme en sus propósitos ¡es más que suficiente! Los medios que utilice para hablarme y hacerme llegar este mensaje ¡son lo de menos!
Dios los bendiga abundantemente.
TENIENDO UNA RELACIÓN PERSONAL CON DIOS
“Y habló Dios a Israel en visiones de noche, y dijo: Jacob, Jacob. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender a Egipto, porque allí yo haré de ti una gran nación”. (Génesis 46. 2, 3)
Muchas veces hemos escuchado las historias de los “famosos” de la Biblia cuando pasaban por sus experiencias más emocionantes: David mató a Goliat, Moisés levantó su vara y se abrió el mar, el arca de Noé, Daniel con los leones y claro José el Soñador.
Estos hombres tenían experiencias como estas cada día era como si fueran súper héroes que hablaban con DIOS cara a cara y tenían el poder de DIOS para hacer milagros.
Cuando comparamos la vida de estos hombres contra nuestras vidas, muchos nos sentimos tan lejos de llegar a ser como ellos.
Vivimos esperando que un día suceda un evento milagroso y sobrenatural en el que con un toque de DIOS recibamos este poder para caminar sobre las aguas, sanar enfermos, etc.
Pero cuando nos sentamos a leer la Biblia despacio y con detenimiento nos damos cuenta que hay mucho más en estas historias.
Lo primero que descubrimos es que el énfasis principal de estas historias no son estos hombres sino el DIOS amoroso, poderoso, leal e impresionante que los respaldaba y lo siguiente es que el Señor tenía una relación personal, única e irrepetible con cada uno de estos hombres.
¡DIOS es tan creativo que no hace nada igual! Él quiere tener una relación con cada uno de nosotros como la que nunca ha tenido con otro ser humano en la historia ni la tendrá después.
DIOS nos habla a todos, el tema es que lo hace de maneras muy diferentes. Algunas de estas maneras se han hecho más populares por este gusto que tenemos las personas de tener experiencias “místicas” o “mágicas”. Todos quisiéramos o que nos hablara en sueños, visiones, o con una voz audible o que se nos apareciera un ángel.
Y ya si ninguna de las anteriores nos pasa quisiéramos que “al menos” que DIOS usara a algún pastor o predicador conocido para que a la mitad de su sermón se detenga, y nos señale para decirnos: “esto dice DIOS para ti”.
Si por nosotros fuera así escogeríamos que nos hablara DIOS siempre.
Pero recuerda, DIOS tiene una relación única para cada persona.
¿Cuántas veces enseña la Biblia que DIOS le habló a José a través una voz audible, un ángel, una visión o en persona? Porque aunque algunos dirán: “¿qué hay de los sueños?” lo cierto es que en esos sueños ¡tampoco tuvo DIOS una conversación directa con Él! Y fuera de un par de sueños en su adolescencia el resto de los sueños los soñó alguien más.
DIOS, si le habló en una visión a Jacob el padre de José y tuvo una conversación con Él. ¿Es que acaso amaba DIOS más a Jacob que a José?, incluso después de José vino la historia de Moisés que estuvo impregnada de conversaciones entre DIOS y Moisés.
Pero DIOS nos habla a todos, ¡el tema es que lo hace de maneras muy diferentes! ¡No te compares!
“—Yo soy Dios, el Dios de tu padre —dijo la voz—. No tengas temor de descender a Egipto, porque allí haré de tu familia una gran nación. ” Jacob tuvo una visión en su juventud donde vio una escalera iniciando en el Cielo y terminando en la Tierra por la cual subían y bajaban ángeles, ¿qué hubiera pasado si José hubiera esperado que su relación con DIOS fuera igual que la de su padre?
¡No te compares! Tal vez DIOS quiere hablarte a través de un mensaje que siembra en tu corazón, tal vez en alguna etapa de tu vida use a tus padres o pastores y después atraiga tu corazón mediante su Palabra y más adelante también utilice a tu esposa/o para decirte lo que quiere de ti. Lo importante no es la manera en que DIOS te hable sino el simple hecho de que DIOS el Creador del Universo te está hablando.
Tan solo con saber que Él me habla, quiere tener una relación personal conmigo y quiere usarme en sus propósitos ¡es más que suficiente! Los medios que utilice para hablarme y hacerme llegar este mensaje ¡son lo de menos!
Dios los bendiga abundantemente.
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