UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
DIOS ESTÁ A NUESTRO LADO EN LAS CRISIS
“Vamos, matémoslo y tirémoslo en una de esas cisternas. Podemos decirle a nuestro padre: “Un animal salvaje se lo comió”. ¡Entonces veremos en qué quedan sus sueños!” (Génesis 37.20)
Los problemas o situaciones inesperadas nos llegan sin avisar, una mañana que pareciera como cualquier otra pueda terminar convirtiéndose en un día con eventos que no veíamos venir que golpean fuertemente nuestra vida y nuestro corazón. La muerte de alguien cercano, la pérdida del trabajo, un accidente, etc. Para muchos el ver a DIOS en esos días no es tan sencillo y más de uno nos hemos preguntado: ¿dónde estabas DIOS cuando esto sucedía?
Hay una verdad mayor a cualquier crisis que nosotros podemos enfrentar y que brilla más fuerte que nuestros días más obscuros: DIOS siempre tiene el control de lo que pasa en tu vida. Esta verdad va de la mano con una igual de cierta y firme: DIOS te ama profundamente.
Inevitablemente vendrán buenos días y malos días pero en el momento en que sucedan no siempre podremos identificar cuáles son los buenos y cuáles los malos. ¿Por qué? Porque muchas veces lo que creemos que es un evento terrible DIOS lo usa para transformar nuestra vida de maneras que nunca hubiéramos imaginado.
De acuerdo al relato de este pasaje de génesis 37, para José ese era un día normal pero lo cierto es que su vida nunca volvería a ser igual. Sus hermanos lo despojaron de su túnica que representaba el amor de su padre, lo arrojaron en una cisterna vacía y tras esta agresión, ¡se sentaron a comer!
¿Puedes imaginar lo que estaba experimentando José? Sus propios hermanos que habían vivido con él toda su vida le estaban demostrando todo su odio ¡sin una pizca de resentimiento! Mientras trataba de ordenar sus pensamientos y sentimientos de confusión, tristeza y muchos más similares, de pronto pasó una caravana de mercaderes ¡y lo vendieron como esclavo! ¿Qué estaba sucediendo?, ¿por qué DIOS permitía esto?
Hubiera sido más fácil para José pasar por esa experiencia si alguien le hubiera contado que estaba llegando a Egipto y a casa de un oficial del faraón lo cual representaba un evento que lo llevaría en un futuro a ser el gobernador de Egipto y salvar a miles de personas incluyendo a su familia de morir de hambre. Pero si José lo hubiera sabido hubiera hecho las cosas a su manera y DIOS tenía otro plan.
José no tenía una relación personal con DIOS, no había conocido por experiencia propia el amor y la fidelidad del Señor cuando fue vendido como esclavo en una tierra lejana con otra cultura, creencias y probablemente hasta un idioma diferente, lo único que le quedaba era abrazarse de DIOS del que Jacob su padre le había contado muchas veces.
Cuanto todo a nuestro alrededor se derrumba, cuando la tierra bajo nuestro pies se sacude y no tenemos cerca alguien en quien apoyarnos podemos encontrar en el amor del Señor toda la fuerza, paz, seguridad y ayuda que necesitamos. Son las crisis las mejores oportunidades que tenemos de conocer personalmente el amor y cuidado que DIOS tiene por nosotros.
Desde la perspectiva de DIOS todo iba saliendo conforme a su plan, lo que para José era el peor de sus días era el inicio de la mejor experiencia que viviría en su vida.
La fe que no hemos desarrollado en los días de paz y tranquilidad difícilmente nos sostendrá en los días de crisis. La fe de un hijo de DIOS está construida sobre una relación personal con Él, de modo que entre más conozcamos su amor, su poder, su sabiduría y su soberanía más fácil nos será sostenernos de Él cuando todo tambalea y encontrar esperanza en medio del dolor.
Si nuestra relación con DIOS es solamente religiosa, no representará ninguna ayuda en el día de las pruebas. Por el contrario podríamos terminar culpando al cielo por nuestra situación y abriendo las puertas al resentimiento que nos separará de DIOS más tiempo de lo que nos imaginamos.
¿Dónde está DIOS en nuestras crisis? ¡Donde dijo que estaría: a nuestro lado! ¿Nos ha dejado de amar Dios y por eso nos permitió pasar por este dolor? ¡Es imposible!
DIOS está dirigiendo nuestra vida de maneras que no nos gusta ni escogeríamos nosotros y sin embargo, Él que nos conoce bien y conoce nuestro pasado, presente y futuro sabe que esta crisis tiene que suceder, está sucediendo de acuerdo a su sabiduría, su voluntad y sus planes. Nuestro consuelo es que Él nos ama siempre por lo que es un hecho que dentro de sus propósitos tiene también ya listo un plan para nuestra sanidad y restauración, tiene trazada ya una vida donde veremos su amor y fidelidad a tal nivel que el dolor quedará atrás y lo que hoy está siendo un fuerte golpe para nosotros será el inicio de una vida a su lado donde la realización de su voluntad en nosotros nos dará una vida de plenitud más allá de lo que pensamos o imaginamos alguna vez.
Dios les bendiga abundantemente.
DIOS ESTÁ A NUESTRO LADO EN LAS CRISIS
“Vamos, matémoslo y tirémoslo en una de esas cisternas. Podemos decirle a nuestro padre: “Un animal salvaje se lo comió”. ¡Entonces veremos en qué quedan sus sueños!” (Génesis 37.20)
Los problemas o situaciones inesperadas nos llegan sin avisar, una mañana que pareciera como cualquier otra pueda terminar convirtiéndose en un día con eventos que no veíamos venir que golpean fuertemente nuestra vida y nuestro corazón. La muerte de alguien cercano, la pérdida del trabajo, un accidente, etc. Para muchos el ver a DIOS en esos días no es tan sencillo y más de uno nos hemos preguntado: ¿dónde estabas DIOS cuando esto sucedía?
Hay una verdad mayor a cualquier crisis que nosotros podemos enfrentar y que brilla más fuerte que nuestros días más obscuros: DIOS siempre tiene el control de lo que pasa en tu vida. Esta verdad va de la mano con una igual de cierta y firme: DIOS te ama profundamente.
Inevitablemente vendrán buenos días y malos días pero en el momento en que sucedan no siempre podremos identificar cuáles son los buenos y cuáles los malos. ¿Por qué? Porque muchas veces lo que creemos que es un evento terrible DIOS lo usa para transformar nuestra vida de maneras que nunca hubiéramos imaginado.
De acuerdo al relato de este pasaje de génesis 37, para José ese era un día normal pero lo cierto es que su vida nunca volvería a ser igual. Sus hermanos lo despojaron de su túnica que representaba el amor de su padre, lo arrojaron en una cisterna vacía y tras esta agresión, ¡se sentaron a comer!
¿Puedes imaginar lo que estaba experimentando José? Sus propios hermanos que habían vivido con él toda su vida le estaban demostrando todo su odio ¡sin una pizca de resentimiento! Mientras trataba de ordenar sus pensamientos y sentimientos de confusión, tristeza y muchos más similares, de pronto pasó una caravana de mercaderes ¡y lo vendieron como esclavo! ¿Qué estaba sucediendo?, ¿por qué DIOS permitía esto?
Hubiera sido más fácil para José pasar por esa experiencia si alguien le hubiera contado que estaba llegando a Egipto y a casa de un oficial del faraón lo cual representaba un evento que lo llevaría en un futuro a ser el gobernador de Egipto y salvar a miles de personas incluyendo a su familia de morir de hambre. Pero si José lo hubiera sabido hubiera hecho las cosas a su manera y DIOS tenía otro plan.
José no tenía una relación personal con DIOS, no había conocido por experiencia propia el amor y la fidelidad del Señor cuando fue vendido como esclavo en una tierra lejana con otra cultura, creencias y probablemente hasta un idioma diferente, lo único que le quedaba era abrazarse de DIOS del que Jacob su padre le había contado muchas veces.
Cuanto todo a nuestro alrededor se derrumba, cuando la tierra bajo nuestro pies se sacude y no tenemos cerca alguien en quien apoyarnos podemos encontrar en el amor del Señor toda la fuerza, paz, seguridad y ayuda que necesitamos. Son las crisis las mejores oportunidades que tenemos de conocer personalmente el amor y cuidado que DIOS tiene por nosotros.
Desde la perspectiva de DIOS todo iba saliendo conforme a su plan, lo que para José era el peor de sus días era el inicio de la mejor experiencia que viviría en su vida.
La fe que no hemos desarrollado en los días de paz y tranquilidad difícilmente nos sostendrá en los días de crisis. La fe de un hijo de DIOS está construida sobre una relación personal con Él, de modo que entre más conozcamos su amor, su poder, su sabiduría y su soberanía más fácil nos será sostenernos de Él cuando todo tambalea y encontrar esperanza en medio del dolor.
Si nuestra relación con DIOS es solamente religiosa, no representará ninguna ayuda en el día de las pruebas. Por el contrario podríamos terminar culpando al cielo por nuestra situación y abriendo las puertas al resentimiento que nos separará de DIOS más tiempo de lo que nos imaginamos.
¿Dónde está DIOS en nuestras crisis? ¡Donde dijo que estaría: a nuestro lado! ¿Nos ha dejado de amar Dios y por eso nos permitió pasar por este dolor? ¡Es imposible!
DIOS está dirigiendo nuestra vida de maneras que no nos gusta ni escogeríamos nosotros y sin embargo, Él que nos conoce bien y conoce nuestro pasado, presente y futuro sabe que esta crisis tiene que suceder, está sucediendo de acuerdo a su sabiduría, su voluntad y sus planes. Nuestro consuelo es que Él nos ama siempre por lo que es un hecho que dentro de sus propósitos tiene también ya listo un plan para nuestra sanidad y restauración, tiene trazada ya una vida donde veremos su amor y fidelidad a tal nivel que el dolor quedará atrás y lo que hoy está siendo un fuerte golpe para nosotros será el inicio de una vida a su lado donde la realización de su voluntad en nosotros nos dará una vida de plenitud más allá de lo que pensamos o imaginamos alguna vez.
Dios les bendiga abundantemente.
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