lunes, 26 de junio de 2017

UN MOMENTO... ¿ESTAMOS SIENDO UN REFLEJO DE DIOS?

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UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
¿ESTAMOS SIENDO UN REFLEJO DE DIOS?

“Y bendijo a José, diciendo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día, el Ángel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra”. (Génesis 48. 15 – 16)

Si hoy te preguntara alguien: ¿Qué tan bendecida está tu vida?, ¿Qué le contestarías? 
Si nuestra respuesta es una lista de quejas por carencias que tenemos o tiene tintes de desilusión o indiferencia ¿no estamos siendo un reflejo distorsionado de DIOS hacia los demás? 
El tema es que si tenemos nuestra mirada puesta en nuestras circunstancias y no en DIOS, nunca lograremos apreciar todo lo bueno que Él nos ha dado. 
La verdad es que el día de hoy somos salvos, hemos sido perdonados de todo lo malo y nuestras vergüenzas han sido lavadas y restauradas, tenemos libertad, esperanza y una vida eterna esperando por nosotros ¡realmente estamos bendecidos! 
Recuperemos nuestra gratitud, regresemos a caminar cerca de nuestro amado salvador para que nuestro amor por Él no se enfríe más, convirtámonos en una fuente gratitud, que cada persona que se acerque a nosotros pueda beber de esa vida con la que nuestro DIOS nos ha fructificado y multiplicado. Que nuestra falta de fe no sea el dique que ha frenado el río de bendiciones de DIOS de fluir hacia los demás.
“Que el Dios delante del cual caminaron mi abuelo Abraham y mi padre Isaac —el Dios que ha sido mi pastor toda mi vida, hasta el día de hoy, el Ángel que me ha salvado de todo mal— bendiga a estos muchachos.” Jacob puso en unas cuantas palabras un pequeño resumen de todo lo bueno que DIOS le había dado y después oró para que esta misma bendición siguiera fluyendo en la vida de su José y sus hijos. 
¿Cómo está tu corazón el día de hoy respecto a tu fe y tu amor por DIOS? ¿Podrías resumir en algunas palabras todo lo bueno que DIOS tiene para ti y bendecir a alguien con ello? 
Una bendición genuina no está prefabricada con palabras religiosas o tradicionales sino que nace de un corazón que ha experimentado el bien del Señor.
Un corazón que está herido declararía algo similar a: “que DIOS no te permita pasar por el mal que me dejó pasar a mí, que te permita entender las injusticias que yo no entendí, que a ti sí te prospere, que no te dé un esposo o esposa como el que me dio a mí”, etc. ¡Esa no es una bendición en ninguna manera! ¿Quién podría preferir la vida de alguien que hace estas declaraciones? 
Con estas expresiones nadie se acercaría al DIOS detrás de esa fe. ¡Pongamos el nombre del Señor en alto! 
Disfruta la vida, quita tu mirada de lo que te falta y agradécele a DIOS por su inmensa bondad y misericordia, haz tuya la declaración de Jacob: ¡Dios ha sido mi pastor toda mi vida hasta el día de hoy me ha salvado de todo mal! 
No seas una fuente de quejas y amargura, que de tu boca salgan palabras de amor, restauración, perdón y salvación. 
Que tus compañeros de oficina quieran detenerse a saludarte porque perciben la vida de DIOS en ti, que tu esposa e hijos celebren cuando vuelves a casa y ¡no cuando sales de ella!, y por sobre todo que la gente vea cómo se ve la vida de alguien que tiene una relación personal con DIOS y la anhele y desee tanto que venza sus temores y prejuicios para que se acerque a decirte: “yo quiero eso que tú tienes, ¿qué tengo que hacer?”.
Dios les bendiga abundantemente.

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