jueves, 15 de junio de 2017

LEYENDO... 2 de Crónicas 18


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LECTURA DIARIA:
2 de Crónicas 18

A pesar de que Josafat estaba profundamente comprometido con Dios, arregló el matrimonio de su hijo con Atalía, la hija del malvado rey Acab de Israel, y luego hizo una alianza militar con él. La popularidad y el poder de Josafat lo hicieron atractivo para el astuto y oportunista Acab. Esta alianza tuvo tres consecuencias devastadoras: (1) Josafat provocó la ira de Dios. (2) Cuando Josafat murió y Atalía llegó a ser reina, se apoderó del trono y casi destruyó a todos los descendientes de David. (3) Atalía llevó las prácticas malvadas de Israel a Judá, lo que a la larga originó la caída de la nación.
El malvado Acab pidió a Josafat que uniera fuerzas con él en batalla. Juntos decidieron atacar Ramot de Galaad y acabar con los sirios que habían ocupado la ciudad. Pero Josafat quiso primero buscar el consejo de un profeta. Los profetas de Acab predijeron la victoria, pero el profeta Micaías predijo la derrota, sin embargo Josafat ignoró su consejo. 
Dios utilizó la influencia de los falsos profetas para juzgar a Acab. Ellos dijeron a Acab lo que él quería oír. Dios los dejó seguir adelante con sus planes de mentir como una manera de quitar a Acab del trono. Estos profetas, apoyados por Acab, lo hicieron caer en la trampa de su pecado. Debido a que los escuchó a ellos y no a Dios, fueron derrotados y Acab murió en batalla.

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