martes, 27 de junio de 2017

UN MOMENTO... LA VIDA CON DIOS ES INCOMPARABLE


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UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
LA VIDA CON DIOS ES INCOMPARABLE

“Entonces Jacob llamó a sus hijos, y dijo: Reuníos para que os haga saber lo que os ha de acontecer en los días venideros”.   (Génesis 49.1)



 Hace un tiempo una persona amiga me contó que mientras hablaba de su fe le hicieron la siguiente pregunta: “¿Te imaginas que pasaría si resultara que al morir no hubiera vida más allá de la muerte?
“¡Todo lo que te habrás perdido en la vida por creer que ibas a ir al Cielo!”
A lo que esta persona le contestó: “Bueno, si fuera así nunca lo sabría pues ya estaría muerto pero algo sí sé, habré vivido mi vida de una manera ejemplar y plena, habré sido esposo de una mujer, un padre amoroso, una persona íntegra y honesta sin nada que me esclavice ni nada de qué arrepentirme”. Vivir la vida cristiana no es algo que hacemos porque no tenemos nada más que hacer, quien ha intentado vivir el cristianismo como una tradición, una obligación o un método humano ha fracasado y tarde o temprano ha terminado lejos de Dios y de su iglesia.
Acérquense y escuchen, hijos de Jacob; escuchen a Israel, su padre.” Aquí Jacob, el padre de José está dando sus últimas palabras antes de morir. Sin duda alguna este hombre conoció a DIOS y DIOS mismo permitió que las últimas palabras que dio a sus hijos quedaran capturadas en la Biblia para que nosotros las pudiéramos leer.
¡Dios no hace nada sin un propósito! Cuando leemos los comentarios de Jacob hacia sus hijos que crecieron sin desarrollar una relación personal con DIOS encontramos palabras como estas: “deshonra, inmoralidad sexual, impulsos sin control, violencia, enojo, ira, crueldad, asesinato, mutilación, vergüenza.”
¿No son estas acciones y otras similares las que controlan la vida de las personas que no conocen a DIOS?
Hombres gobernados por su avaricia, jóvenes controlados por la inmoralidad sexual, personas violentas e impetuosas destruyendo familias enteras, una vida de estrés y presión que termina en ira y crueldad así como vergüenzas acumuladas del pasado que se tratan de ocultar.
¡La gente necesita ser salvada de este estilo de vida pero le ha dado la espalda a su Salvador!
Más de una vez nos hemos encontrado con personas que reconocen que necesiten quien los rescate y escuchan el mensaje de la fe en Jesús con interés e incluso se sienten atraídos a tomar una decisión pero en el último momento se vuelven atrás porque no quieren dejar de disfrutar sus placeres. No alcanzan a ver que los placeres que hoy los esclavizan terminarán por destruirlos eternamente.
La vida cristiana es incomparable, la vivimos porque le da un sentido a nuestra vida, nos llena de paz y plenitud el corazón, nos hace libres de tantas ataduras y vergüenzas del pasado que antes controlaban nuestras emociones y sacudían nuestras mentes, nos hace sentir amados y aceptados tal cual somos, nos da sanidad para el pasado, esperanza para el futuro y un presente seguro en las manos de nuestro Salvador. Por más feroz que sea la tormenta cuando la cruzamos en la barca junto a Jesucristo, no hay ningún peligro.
La vida con DIOS es única. Nada de lo que esta sociedad o este mundo pueda ofrecer es comparable a lo que el Creador del Universo ha diseñado, si no la estás viviendo te estás perdiendo lo mejor de tu vida.

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