sábado, 3 de agosto de 2019

Tiempo... 1 Timoteo 4. 1 - 2



TIEMPO DE REFLEXIÓN

“Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos renegarán de la fe, siguiendo a espíritus engañadores y enseñanzas que vienen de los demonios.
 Harán caso a gente hipócrita y mentirosa, cuya conciencia está marcada con el hierro de sus malas acciones”.  1 Timoteo 4. 1 - 2

En toda guerra el enemigo siempre quiere la destrucción de su oponente. Y para esto va a buscar todas las estrategias posibles para lograrlo.
En lo espiritual también hay una guerra entre el bien y el mal.
El bien comandado por Jesucristo y el mal comandado por satanás.
Satanás ha probado toda su artillería para tratar de ganar la guerra. Pero siempre ha salido derrotado el problema es que él nunca se rinde.
Satanás está probando una de sus armas que desde hace tiempo la estaba alistando y perfeccionando. El ataque no será de manera violenta, ahora será de manera sutil.
Él es un imitador, un engañador, un mentiroso. Así que el arma que está utilizando es la misma que utiliza Jesucristo, solo que la utiliza a su manera y conveniencia. El arma es doctrinal. Utiliza la maldad del hombre para propagar sus enseñanzas falsas o pervertir el santo evangelio de Cristo.
Las iglesias que ha logrado infiltrar el enemigo ya no se basan en lo que dice la Palabra de Dios, los hombres motivados por satanás han inventado una serie de normas que nada tiene que ver con la salvación.
Si satanás está intensificando su ataque en contra de la iglesia de Cristo, es necesario que los siervos verdaderos estén preparados.
Fortalecidos a través de la Palabra y la enseñanza. En el mundo hay una frase que dice: el que enseña aprende dos veces.
Debemos trabajar duro en anunciar la verdad. Teniendo cuidado de no caer en el engaño del enemigo, un soldado no puede darse el lujo de dormirse en la guerra esto le puede costar su vida y de la de sus compañeros.
El enseñar en cada momento la palabra de verdad nos ejercita y nos da una vida cristiana activa.
Los aliados de satanás nunca paran de hablar y engañar, entonces ¿porque los que conocemos la verdad nos vamos a quedar callados?
El diablo tendrá el control del mundo hasta que nosotros se lo permitamos. Vamos el ejército de Cristo nos necesita.
Dios les bendiga abundantemente.


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