viernes, 2 de agosto de 2019

Leyendo... 1 Timoteo capítulo 3



LECTURA DIARIA:
1 Timoteo capítulo 3

Ser líder de la iglesia ("obispo") es una gran responsabilidad porque la iglesia pertenece al Dios viviente. Los líderes de la iglesia deberían ser elegidos por la iglesia porque respetan la verdad, tanto en lo que creen como en la forma en que viven.

La palabra obispo puede referirse a pastor, líder de iglesia o anciano que preside. Es bueno querer ser un líder espiritual pero las normas son elevadas. Aquí, Pablo enumera algunas de las cualidades.
La lista de las cualidades para ser oficial de la iglesia indica que vivir una vida irreprochable requiere gran esfuerzo y autodisciplina. Todos los creyentes, aunque no planeen ser líderes de la iglesia, deberían procurar aplicar a sus vidas estas directivas porque tienen que ver con lo que Dios dice en cuanto a lo que es correcto y verdadero. La fuerza para vivir de acuerdo a la voluntad de Dios viene de Cristo.
Cuando Pablo dice que cada obispo debería tener una sola esposa, está prohibiendo tanto la poligamia como la promiscuidad. No está prohibiendo que una persona soltera llegue a ser un anciano o que un viudo anciano vuelva a casarse.
A veces, los obreros cristianos cometen el error de pensar que su trabajo es tan importante que se justifica el ignorar a sus familias. El liderazgo espiritual, sin embargo, debe empezar en casa. Si un hombre no está dispuesto a cuidar, disciplinar y enseñar a sus hijos, no está calificado para dirigir la iglesia. No permita que su actividad voluntaria lo desvíe de sus responsabilidades familiares.
Los nuevos creyentes deben llegar a ser firmes y sólidos en su fe antes de asumir el rol de líderes en la iglesia. Demasiado a menudo, cuando la iglesia busca desesperadamente obreros, ubica a nuevos creyentes en cargos de responsabilidad para los que no están preparados. La nueva fe necesita tiempo para madurar. Los nuevos creyentes deberían tener un lugar de servicio pero no deberían ocupar puestos de liderazgo mientras hasta que no estén firmes en su fe, con un sólido estilo de vida cristiana y conocimiento de la Palabra de Dios.
Los creyentes más jóvenes que son seleccionados para cargos oficiales deben cuidarse del orgullo. El orgullo puede hacer que aquellos que son inmaduros sean susceptibles a la influencia de gente inescrupulosa. El orgullo y la presunción fueron los motivos de caída de satanás, y él utiliza el orgullo para hacer caer a otros.
Diácono significa "uno que sirve". Esta función tuvo su comienzo con los apóstoles en la iglesia de Jerusalén (Hechos 6.1-6) para velar por las necesidades físicas de la congregación, especialmente de las necesidades de las viudas de habla griega.
Pablo dice que los posibles diáconos deben ser probados primero antes de ser llamados a servir. Cuando se refiere a las mujeres puede significar tanto esposas de los diáconos como líderes femeninas de la iglesia.
Pablo esperaba que la conducta de las mujeres prominentes en la iglesia fuera tan responsable como la de los hombres prominentes.
Pablo confirma la humanidad y divinidad de Cristo. Al hacerlo revela el corazón del evangelio, "el misterio de la piedad" (el secreto de cómo llegamos a ser piadosos). "Manifestado en carne", Jesús fue hombre; la encarnación de Jesús es la base de nuestra justificación con Dios. "Justificado en el Espíritu". La resurrección de Jesús demostró que el poder del Espíritu Santo estaba en El (Romanos 8.11). "Visto de los ángeles" y "recibido arriba en gloria", Jesús es divino. No podemos agradar a Dios por nosotros mismos, debemos depender de Cristo. Como hombre, Jesús vivió una vida perfecta y es un perfecto ejemplo de cómo debemos vivir. Como Dios, Jesús nos da el poder para hacer lo recto. Es posible vivir piadosamente, a través de seguir a Cristo.

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