lunes, 5 de agosto de 2019

Leyendo... 1 Timoteo capítulo 6



LECTURA DIARIA:

1 Timoteo capítulo 6


En la cultura de Pablo había una gran brecha social y legal que separaba a los amos de los esclavos. Pero como cristianos, los amos y los esclavos llegaron a ser espiritualmente iguales, hermanos y hermanas en Cristo Jesús.

Pablo no habló contra la esclavitud, pero dio pautas para los esclavos cristianos y los amos cristianos. Su consejo para la relación amo/esclavo puede ser aplicado a la relación empleador/empleado de hoy en día. Los empleados deben trabajar con buena actitud, mostrando respeto por sus empleadores. A su vez, los empleadores deben ser justos. El trabajo debe reflejar nuestra fidelidad y amor a Cristo.
Pablo le dijo a Timoteo que se apartara de aquellos que predicaban solo para hacer dinero, y de aquellos que se desviaban de las sanas enseñanzas del evangelio y se involucraban en discusiones que causaban disensión en la iglesia.
Debemos honrar a Dios y centrar nuestros deseos en Él, contentarnos con lo que Dios está haciendo en nuestras vidas.
Con frecuencia no distinguimos entre necesidades y deseos. Puede que tengamos todo lo que necesitamos para vivir, pero nos volvemos ansiosos y desconformes por lo que simplemente deseamos. Como Pablo, podemos decidir estar contentos sin tener todo lo que deseamos. La única alternativa es ser esclavos de nuestros deseos.
La avaricia conduce a toda clase de maldad: problemas matrimoniales, robo, disputa entre socios. Para gobernar la avaricia debemos controlarla en sus raíces.
Pablo utiliza verbos activos y enérgicos para describir la vida cristiana: huir, perseguir, pelear, echar mano. Algunos piensan que el Cristianismo es una religión pasiva que prefiere esperar hasta que Dios actúe. Pero debemos tener una fe activa, obedeciendo a Dios con valor y hacer lo que sabemos que es correcto.
Pablo concluye exhortando a Timoteo a que guarde "el mandamiento", refiriéndose a los mandamientos que Cristo ha dado a su iglesia.
Efeso era una ciudad opulenta y la iglesia allí probablemente tenía muchos miembros ricos. Pablo aconseja a Timoteo tratar con cualquier problema potencial enseñando que la posesión de riquezas involucra una gran responsabilidad. Los que tienen dinero deben ser generosos, pero no deben ser arrogantes solo porque tienen mucho que dar. Deben tener cuidado en no poner, para su seguridad, su esperanza en el dinero, sino en el Dios viviente. Aun si no tenemos riqueza material, podemos ser ricos en buenas obras. No importa cuán pobres seamos, siempre tenemos algo para compartir con alguien.
El libro de 1 Timoteo provee instrucciones para las iglesias locales, incluyendo normas para la adoración pública y requisitos para los ancianos y pastores, diáconos y obreros especiales de la iglesia.
Pablo dice a los líderes de la iglesia que deben corregir doctrinas erróneas y que deben tratar a todos con justicia y amor. La iglesia no ha sido organizada para el beneficio de la organización, sino para que Cristo sea honrado y glorificado en medio de ella.

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