sábado, 10 de agosto de 2019

Leyendo... 2 Timoteo capítulo 4



LECTURA DIARIA:
2 Timoteo capítulo 4

Para Timoteo fue importante predicar el evangelio a fin de que la fe cristiana pudiera difundirse a través del mundo,  "A tiempo y fuera de tiempo" significa estar listos para servir a Dios en cualquiera situación, sea o no conveniente.
Pablo le dijo a Timoteo "redarguye, reprende, exhorta". Es difícil aceptar la corrección, que se nos diga que tenemos que cambiar. Pero no importa cuánto duela la verdad, debemos estar dispuestos a escucharla de manera que nuestra obediencia a Dios sea más completa.
Para mantener la calma cuando las personas y circunstancias son adversas, no hay que reaccionar apresuradamente.
A medida que se acercaba el fin de su vida, Pablo pudo decir con seguridad que había sido fiel a su llamado. Por eso enfrentó la muerte con calma, sabiendo que sería premiado por Cristo.
La libación consistía en vino derramado en un altar como sacrificio a Dios. Su fragancia era considerada agradable a Dios. Pablo veía su vida como una ofrenda a Dios.
En los juegos atléticos romanos, se daba una guirnalda de laurel a los ganadores, símbolo de triunfo y honor. Esto es probablemente lo que Pablo tenía en mente cuando habló de una "corona". Pero la suya sería una corona de justicia.
Pablo estaba solo y probablemente se sentía solo. Nadie había estado en su juicio para hablar en su defensa, y Demas había abandonado la fe. Sólo Lucas había regresado. Demas había sido uno de los colaboradores de Pablo, pero había abandonado a Pablo "amando este mundo".
Crescente y Tito se habían ido, pero no por las mismas razones que Demas. Pablo no los critica ni los condena. Sólo Lucas estaba con él y Pablo se estaba sintiendo solo. Tíquico, uno de los acompañantes más fieles, ya había partido rumbo a Efeso. Pablo extrañaba a sus jóvenes ayudantes: Timoteo y Marcos. Marcos había abandonado a Pablo y Bernabé en su primer viaje misionero y esto había disgustado mucho a Pablo.
Con su maestro en prisión y su iglesia en problemas, Timoteo probablemente no se sentía muy animado.
Pablo afirma su creencia en la vida eterna después de la muerte. Él sabía que el fin estaba cerca, y estaba listo. El confiaba en el poder de Dios aun al enfrentar la muerte.
Priscila y Aquila era una pareja de líderes cristianos con quienes Pablo había vivido y trabajado. Onesíforo visitó y alentó a Pablo cuando estaba preso. Erasto era uno de los compañeros fieles de Pablo tal como lo fue también Trófimo.
Pablo finaliza el último capítulo de su libro y de su vida saludando a aquellos que eran más cercanos a él.
A medida que Pablo llegaba al final de sus días, pudo mirar atrás y saber que había sido fiel al llamado de Dios.
Timoteo fue el legado viviente de Pablo, un producto de su enseñanza fiel, de su discipulado y ejemplo. Gracias al trabajo de Pablo con muchos creyentes, incluyendo a Timoteo, el mundo está lleno de creyentes hoy, que de igual manera llevan adelante la obra.
Es nuestra responsabilidad hacer todo lo que podamos para mantener el mensaje del evangelio vivo para la próxima generación.

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