domingo, 15 de septiembre de 2019

Tiempo... 2 Pedro 3. 1 - 7



TIEMPO DE REFLEXIÓN

“Ésta es, queridos hermanos, la segunda carta que les escribo. En las dos he querido, con mis consejos, hacerlos pensar rectamente.
 Acuérdense de lo que en otro tiempo dijeron los santos profetas; y del mandamiento del Señor y Salvador, que los apóstoles les enseñaron a ustedes. Sobre todo tengan esto en cuenta: que en los días últimos vendrá gente que vivirá de acuerdo con sus propios malos deseos, y que en son de burla  preguntará: « ¿Qué pasó con la promesa de que Cristo iba a volver? Ya murieron nuestros padres, y todo sigue igual desde que el mundo fue creado.» Esa gente no quiere darse cuenta de que desde tiempos antiguos ya existía el cielo, y también la tierra, que Dios con su palabra hizo salir del agua y la mantiene en medio del agua. También por medio del agua del diluvio fue destruido el mundo de entonces. Pero los cielos y la tierra que ahora existen, están reservados para el fuego por el mismo mandato de Dios. Ese fuego los quemará en el día del juicio y de la perdición de los malos”.  2 Pedro 3. 1 – 7.

Pedro entiende que la mentalidad humana para que sea trasformada necesita de la repetición constante de aquellas cosas que son importantes para que se guarden primero en la memoria del individuo y luego estas puedan ser reveladas en la medida en que son puestas en práctica. De modo que sus dos cartas contienen un sencillo pero poderoso mensaje que exhorta a la iglesia a vivir una vida santa y obrando siempre en la voluntad del Señor.
Es bueno y sano recordar las Escrituras, releerlas todas las veces que sea posible, junto con el mensaje de Cristo a través de los evangelios, pues no todos tienen una mente prodigiosa que pueda recordar cada evento, de manera que con solicitud procuremos estudiar, leer y meditar en las escrituras y el mensaje que Cristo nos compartió.
Muchos se preocupan por el tiempo en que ha de ocurrir la segunda venida de nuestro Señor y Salvador, algunos se burlaran que no haya ocurrido aun, pero no entienden que el Señor tiene misericordia y ha extendido los tiempos para que no se pierdan.
Muchos de los que se ríen que desprecian la profecía y desconocen intencionalmente lo que las escrituras nos revelan, olvidan que la Palabra de Dios a través de Cristo mismo hecho carne, da sustento a la creación, ese verbo surgió del agua y por medio del agua inicio el ministerio que da vida eterna al que cree.
Por esa misma unidad entre la palabra y el agua, el mundo de la antigüedad pereció inundado. Pero ese mismo ministerio que trajo vida, en un tiempo pasado también trajo juicio sobre la humanidad.
Pedro quiere ahondar en la simbología del agua, la Palabra y la obra redentora de Cristo.
La Palabra también ha entregado a justicia todo aquello que le ha sido confiado.
Esa es nuestra confianza, seguridad y esperanza. El Señor Jesucristo vuelve, pronto lo veremos.
Dios les bendiga abundantemente.

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